Por puntos

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¡JAAAAAAACK CALLEEEEN! fue todo lo que entendí de los comentaristas. El referí levantó el puño de Jack y miles de voces alemanas se escucharon lamentarse. ¿Jack ganó? ¿En serio ganó?

Vi los ojos de Charlotte llenos de lágrimas y me sorprendió. Ella se acercó darme un abrazo apenas cruzamos miradas.

—Fue una gran pelea. —afirmó. Asentí con una sonrisa. No podía creerlo. En serio ganó en su primera pelea a nivel mundial como peso pesado. Alex se acercó a él para darle la mano, Jack la tomó y lo abrazó. El público entero se convirtió en aplausos. Ambos sonreían, y aunque trataban de actuar profesionalmente, su amistad de años era evidente.

Nos separamos al bajar las escaleras. Cada una por el pasillo contrario. Me detuve en una esquina al ver que afuera de la sala donde estaba Jack y su equipo había un grupo enorme de periodistas, con sus cámaras y micrófonos. Mierda. ¿Cómo llegó allá sin que me vean? pensé eso, justo cuando uno de ellos volteó y gritó algo en alemán. Todos corrieron hacia donde me encontraba, rodeándome con flashes y preguntas que no entendía. Tapé mi rostro, tratando de caminar hacia la habitación para esconderme.

—Lo siento, no entiendo. —aclaré, lo cual fue una mala idea porque enseguida cambiaron su idioma para preguntarme.

—¿Eres la novia del señor Callen cierto?

—¿Hace cuánto están juntos?

—¿Cómo se conocieron?

—¿Cuántos años tienes?

Bloquearon mi salida en todas direcciones. Me quedé allí de pie en el pasillo, a sólo metros de mi lugar seguro y sin poder moverme. Si no respondo no me dejarán en paz... traté de mirar hacia una de las cámaras pero mis ojos dolían con lo fuerte que eran las luces de sus focos.

—Yo...

La puerta se abrió. Y Jack apareció haciendo que la atención de los periodistas cambiara en un segundo. Los del staff lo rodearon rápidamente para protegerlo. Jack fue hasta a mí y me rodeó con su brazo. Enseguida los flashes de las cámaras se sintieron penetrar en mis pupilas.

—Les pido por favor que no molesten a mi novia. —pidió. Me atrajo con él hacia la puerta mientras ellos gritaban todo tipo de preguntas. Los del equipo de Jack los empujaron para luego cerrar la puerta.

—Mierda, si son como chicles. —suspiró uno—. Señor Callen, ¿No dará declaraciones?

—No. Sólo en la conferencia de mañana.

—Pero necesita a un entrenador a su lado. ¿Cómo explicará eso?

—Sólo diré que por el momento no tengo. —respondió con una mirada seria. Rápidamente todos allí asintieron—. Preparen el auto, que quiero irme pronto. Ah, y que alguien haga algo con los periodistas.

—¡Si señor!

Corrieron por la habitación, algunos ordenaban las cosas y otros hacían llamadas por teléfono. Dos de ellos salieron por la puerta para echar a los de los medios.

Jack soltó su mano de mi brazo, en la que me tuvo a su lado todo el tiempo.

—Perdón Emma. Tuve que haber dejado a alguien a tu lado. —suspiró cansado.

—No te preocupes. —miré su rostro con moretones y heridas y lo tomé entre mis manos sin pensar—. ¿Estás bien?

Su expresión fue más de sorpresa que otra cosa. Luego achicó sus ojos en una sonrisa.

—Claro que estoy bien.

Sonreí también, estaba por decir algo, pero besó mis labios antes de que pudiera. Abrí mis ojos como platos, fijándome enseguida si alguien del staff nos había visto. Pero todos parecían en lo suyo. Uno de ellos terminó la llamada y nos miró.

EMMADonde viven las historias. Descúbrelo ahora