¿Qué clase de idiota te dice te amo y luego te rechaza? Jack me había rechazado antes de siquiera intentar algo. Sentí que tal vez era un venganza por todas las veces que fueron un "casi" de mi parte. Quizá pensó que me arrepentiría de nuevo. Aunque ese no era el caso...
En fin, pensé todas estas cosas mientras no podía quedarme dormida. Apoyé mi cabeza en su pecho y observé cómo se inflaba y reducía con cada leve respiración. Está vivo. A fin de cuentas es un ser humano también.
El amanecer entró por la ventana, y el cansancio de no haber podido dormir bien me ganaba. Escuché las pisadas de Jack ir y venir por la habitación. ¿Ya se iría? mis pesados párpados no me permitieron preguntar. Me retorcí por la cama hasta abrazar su almohada impregnada con su rico olor.
—No dormiste nada anoche. —dijo en voz baja. Abrí los ojos con dificultad. Estaba de pie junto a la cama mirándome, al mismo tiempo doblaba ropa y la dejaba en un bolso en el piso. Se veía maravillosamente, y de seguro yo parecía una vagabunda con resaca.
—Me costó un poco... —respondí en bostezo. Despejé mi rostro y lo miré fijamente varios segundos—. ¿Ya te vas?
—Sí. En unos 15 minutos vendrá mi Papá a buscarme.
Asentí. Terminó de poner cosas en el bolso y se lo llevó por el pasillo. Luego volvió y sacó su celular junto a su cargador de la repisa al lado mío.
—Me encontré con tu papá ayer. —solté. Enseguida Jack me miró espantado.
—¿Dónde?
—Frente a tu gimnasio. Antes de que nos encontráramos llegué hasta allá por casualidad.
Asintió con un notorio gesto de incomodidad.
—Ya veo...
No sé si me creyó o no la parte de "casualidad" o por qué parecía incomodarle tanto. Me levanté mientras él hablaba por teléfono desde la sala. Fui al baño y lavé mi rostro con agua fría. —Olvídalo. Yo decidiré eso. —escuché su voz elevarse mientras continuaba con su llamada. ¿Con quién estará hablando?—. No me interesa. Esto es importante. —Salí del baño y me asomé por el pasillo hacia la sala—. ¡Por eso lo digo! —exclamó y luego volteó y me vio allí curioseando—. Mira, hablemos de esto después. No es momento. —bajó el celular y suspiró.
—¿Quién era? —pregunté acercándome.
—Mi manager. —estaba por decirme algo más cuando su celular comenzó a sonar de nuevo—. ¿Sí? ya bajo—. Lo guardó en su bolsillo y posó su manos en mis mejillas—. Me voy—. Me besó y fue por su bolso que dejó junto a la puerta—. Recuerda dejar cerrado.
—¡Suerte! —grité al mismo tiempo la puerta se cerraba.
Las tres semanas pasaron rápidamente. Me dio algo de nostalgia ver como la ciudad se llenaba de carteles con el rostro de Jack. La pelea por el título de los pesos pesados por fin se asentaba otra vez en el país. Liam Ross era el nombre del actual campeón. De solo pensar que él había vencido al loco de Billy Walker me ponía los pelos de punta. Me puse a investigar de pura curiosidad. Me sorprendió ver que tenía 34 años. Pensé que era algo viejo para el boxeo, pero no hay ningún límite de edad estipulado. Su rostro era mucho más amigable que otros contrincantes que ha tenido Jack. Tenía el cabello negro y corto, sus cejas excesivamente arqueadas, parecía estar levantándolas permanentemente. Es innato de Sidney y padre de 2 hijos. Me pregunté cómo sería para ellos observar a su padre pelear en el ring. Ver cómo lo lastiman continuamente, y que ese sea su trabajo. Su pasión.
Lleva un récord de 32 peleas, 30 victorias y 2 derrotas. Bastante similar al de Jack. Y realmente impresionante. La pelea se llevará a cabo en la Arena más grande de boxeo del país. El Qudos Bank en Sidney. Sentí que debía hablar con Ethan y Marc. Eso implicaba contarles todo. Y hace días que no hablamos por el chat, nada más palabras sueltas. ¿Tan ocupados estarán?
Una noche tomé el celular y llamé a Ethan. —Enserio perdón Emma. Estuvimos ocupados con la mudanza y todo eso. Tardó más de lo esperado.
—¿Estuvimos?
—Sí, sí. Marc y yo.
—Ahh. —guardé silencio unos segundos y luego lo solté: Tengo algo que decirte...
—Nena yo también. Pero creo que lo mejor es explicarte en persona.
—Opino lo mismo. De hecho, iba a decirte que planeaba ir a Sidney.
—Perfecto. Ven cuantos días quieras. Quiero mostrarte el departamento y todo eso.
Y así fue, tan rápido cómo sonó. La siguiente semana me encontraba viajando hacia la ciudad. Le avisé a Jack con un corto mensaje que respondió al día siguiente. Él estaría muy ocupado estos días. Mañana sería la conferencia de prensa y el sábado la pelea. Y yo ya no podía esperar más.
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EMMA
RomantikSEGUNDA PARTE DE JACK CALLEN. * Emma es una joven de dieciocho años que está por empezar una nueva etapa en su vida. Desechar traumas y recuerdos nunca es fácil. Sobretodo cuando aquel boxeador profesional aparece de nuevo en su vida con una propues...