Epílogo

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Me hice una cola de caballo alta, que caía con mi cabello largo por mi espalda hasta mi cintura. Deslicé el protector solar por mis mejillas, y escuché mi celular sonar desde mi habitación. Lo tomé con una sonrisa al ver el nombre en pantalla.

—¿Aló?

—¡EMMA FELIZ CUMPLEAÑOS! —gritó Marc del otro lado, haciendo que tuviera que alejar el móvil de mi oído.

—Gracias Marc... tu siempre eres el primero en llamarme ¿Eh?

—Bueno, sabes que Et se despierta tarde.

—Cierto.

—Oye.

—¿Ah?

—¿Veintiséis años? dios que estás vieja...

—Cállate, tú me alcanzaras pronto. —gruñí con un puchero.

—¿Y? ¿Vas a hacer algo hoy?

—Salir a pasear al río, cenar con mi mamá y Daniel, ¿Quizá?

—No olvides que iremos el finde a verte.

—¡Claro! no lo olvido. —puse el modo altavoz y saqué mis zapatillas del armario—. Hey Marc... vi tu partido en la tele el otro día. Fue un gran triunfo, felicidades. —me senté en la cama a ponerme los calcetines.

—¿Viste mi gol? estuvo genial. Soy genial, ¿No es así?

—Sí que lo eres. ¿Y? ¿Cómo va todo con Ethan? ¿Te dijo que si?

De repente su buen humor se convirtió en suspiros.

—Se puso el anillo, pero no quiere casarse.

—Bueno, algo es algo. —amarré los cordones y me puse de pie. Me asomé por la ventana para ver el hermoso día soleado que había—. Él tiene otra idea sobre el compromiso, sabes que no le gusta lo clásico.

—Ya sé... ¿Debería conformarme con el anillo?

—Puedes intentarlo el otro año.

—Es cierto. Oye Emma, ¿Supiste? Jack Callen volvió a Riverlight. —Me detuve unos segundos con mi vista en la calle y luego tragué saliva.

—¿En serio? no sabía.

—Tal vez te lo encuentres por ahí.

Solté una risita.

—Tal vez, Riverlight no es tan grande después de todo.

—¿Cómo sigue Maya? —Tomé el celular y bajé las escaleras para encontrarla durmiendo sobre el sillón.

—Está mejor. —me acerqué a ella y acaricié su cabecita—. Bueno, es lo normal. Ya está vieja después de todo.

—Tiene la suerte de que su dueña sea veterinaria.

—Es verdad. —Fui hasta la puerta y empequeñecí los ojos con la luz del sol que entró al instante—. Oye Marc te corto que voy saliendo.

—Vale, hablamos después. Te quiero.

—Yo igual.

Pobre Marc. Estuvo esperando por años que Ethan terminara sus estudios para pedirle matrimonio, y ahora que se tituló y está trabajando como médico en un importante hospital de Sídney, lo rechaza. No se da cuenta al hombre que tiene al lado. Marc era ahora titular en el equipo nacional. Llevan una buena racha, y su popularidad va subiendo cada año. Sin mencionar que él por lejos el más guapo de su equipo, y tiene un séquito de fanáticas en toda Australia. Sip, básicamente mis amigos son increíbles.

EMMADonde viven las historias. Descúbrelo ahora