Extra 2: Mathan

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Abrí la foto que llegó a nuestro grupo donde aparecían Jack y Emma sonriendo, mostrando un bello anillo brillante en su dedo anular. Tuve que echarme aire con la mano para calmarme. Salté del sillón y corrí a la habitación donde estaba Ethan en el escritorio frente al computador. Me lancé encima de él rodeándolo con mis brazos para mostrarle la pantalla.

—¡¿Lo viste?! —exclamé inquieto.

Acomodó sus lentes y asintió con desinterés.

—Al fin. —soltó, moviendo su mano para echarme de ahí y poder seguir trabajando.

—¡¿Eso es todo?! ¡Se van a casar! —grité al cielo con mis manos elevadas y abracé a Et, pegando su mejilla a la suya—. ¡Todos se están casando! ¡¿Y nosotros cuándo?! ¡No se vale! ¡Yo te propuse primeroooooo! —gruñí, frotando mi nariz contra su cuello—. ¡Incluso antes de que Jack volviera a Riverlight! Emma era solo una solterona en ese entonces, ¡Y ahora se va a casar antes que nosotros! —Ethan me miró rodando los ojos y empujó mi brazo para alejarme.

—¿Qué acaso es una competencia?

—¡Pero aún así! —solté un lloriqueo falso y cerré los ojos resignado.

—Vete, necesito trabajar.

Sentí la vena crecer en mi frente. Giré su silla de computador y afirmé sus brazos con fuerza, dejando mi rostro frente al suyo.

—¿Cuánto más tengo que esperar por una respuesta decente? —sus ojos se abrieron como platos detrás de sus lentes. Tragó saliva y carraspeó antes de hablar.

—Te dije, que no creo que sea necesario. Tenemos los anillos, ¿No?

—¡Para mí sí es necesario! ¡Quiero ese maldito papel porque te quiero a mi lado toda mi puta vida! —Lo fulminé con la mirada, hasta verlo suspirar con rendición.

—Marc... no es tan fácil como crees. Eres famoso ahora.

—¿Y eso qué?

—Perderás a muchas fanáticas cuando se enteren de que estás con un hombre.

—¿Enserio crees que me importa eso? ¡Quiero que todo el mundo lo sepa!

Apretó los labios con frustración y asintió.

—Lo pensaré de nuevo. ¿Okey? pero ahora déjame terminar de trabajar.

—Quiero la respuesta esta semana. El viernes es el plazo máximo.

—Sí, vale, lo que quieras.

Dejé caer mis hombros y lo solté. Para luego darme vuelta e irme por el pasillo. Hace quince años que nos conocemos, y hace nueve que estamos juntos. No sé cómo él puede estar tan tranquilo. Es verdad, tengo muchas fanáticas, y cada vez que tenemos una cita, me rodean porque quieren tomarse una foto conmigo, y a él siempre lo ignoran, como si fuese mi amigo nada más. ¿Cómo eso no le molesta? yo estaría furioso. ¡Es mi novio, maldición! ¡Quiero darle la mano y besarlo frente a todos, pero él siempre se rehúsa!

Empecé a sentir esta ansiedad por nuestra relación cuando tuve que irme por mi primera gira internacional. Era mucho tiempo separados, él debía continuar con sus estudios, por lo que los dos estaríamos ocupados. ¿Y si durante ese tiempo encuentra alguien más? ¿Una sexy enfermera quizá? ¡AHHHHHG NO SÉ! cada vez que le cuento sobre esto, me trata como si fuese un idiota que solo piensa demasiado las cosas. Quizá tenga razón pero, es mucho tiempo el que estamos separados, no puedo pedirle que me espere por siempre... él también tiene cosas que hacer. Sólo nos queda aprovechar el poco tiempo que tenemos cuando estamos juntos, pero incluso cuando yo estoy desocupado él tiene que trabajar en jornadas larguísimas. Voy a enloquecer. Lo quiero demasiado...

EMMADonde viven las historias. Descúbrelo ahora