—Hola belleza, ¿Estás sola?
No otra vez. Sentí que hace mucho tiempo no me pasaba esto. Supieran que soy la novia del campeón, no se atreverían a acercarse. Levanté la cabeza y miré sus rostros asquerosos uno por uno.
—Fuera. —gruñí, haciéndolos intercambiar miradas sorprendidas.
—Qué ruda... —soltó uno de ellos. Eran tres. Mayores que yo. Se acercaron más.
—Hey, solo venimos a invitarte unas copas.
—Pues no me interesa. Lárguense. —me crucé de brazos y los miré con desinterés. Al parecer eso los enojó, porque su orgullo es así de perturbable.
—¡¿Sólo porque eres linda te crees que puedes tratarnos así?! —exclamó uno molesto. Estaba apretando su puño derecho. Qué, ¿Acaso me va a pegar? Estaba oscuro, habían pocas personas en la calle, y los guardias del recinto no alcanzaban a vernos desde aquí. Rodé mis ojos.
—Mira, mi apariencia no tiene nada que ver aquí. Si les dicen que no, es no. Ahora fuera.
Se miraron entre ellos y esbozaron una sonrisa malévola.
—¿Y si no quiero?
Bien, son unos imbéciles. Está confirmado. ¿De qué forma los podía echar?
—Si igual eres una puta ¿O no? sino, para qué la peluca... —uno de ellos se acercó lo suficiente como para tomar un mechón de mi nuevo cabello lila. Sentí un fuego arder en mi pecho. Los quiero matar. Levanté mi mano y al mismo tiempo alguien llegó a mi lado y agarró con fuerzas la muñeca del hombre—. ¡Hijo de...
Los tres se achicaron del miedo al verlo. Parecían enanos al lado de Ryan. Me miró de reojo para asegurarse de que estuviera bien. Enseguida volteó al hombre, haciéndole una llave contra su voluntad.
—¡Me rindo, me rindo! ¡Suéltame por favor! —pidió el imbécil. Ryan lo soltó, empujándolo lejos. Él se quedó acariciando su muñeca y mirándonos con rencor. Los otros dos se aproximaron a nosotros y lanzaron sus vasos con alcohol encima nuestro.
—¡HIJOS DE PUTAAAA! —gritaron, y corrieron calle abajo.
Mi top había quedado impregnado con un fuerte olor a alcohol. Pasé mis manos por mi pecho y mi abdomen para quitar las gotas de lo que parecía ser vodka.
—Cobardes de mierda... —gruñí. Ryan me miró con una sonrisa. A él también le habían ensuciado su camisa, dejándola pegada a su cuerpo—. No tenías que venir a salvarme. —le dije, ignorando mis deseos de darle las gracias.
—Lo sé. —miré sus ojos verdes y bufé. Ya no me sorprende encontrármelo. Pero, ¿Debería preguntarme qué hubiera pasado si no llegaba?
—¿Ya saliste? —pregunté, tratando de mostrarme desinteresada por su nuevo trabajo.
—Sí, iba para mi casa ahora, ¿Quieres que te preste una camiseta? —Miré su ojos inocentes y dudé. Marc y Ethan aún no me llamaban, eso significa que aún no tienen planes de irse. ¿Qué tan seguro será que estemos los dos solos en su casa? debía decir que no. O tal vez acceder, y probarme a mí misma que esta pelotita de tenis no es una amenaza para mí. Y puedo controlarme. Ya lo rechacé, de todos modos—. Está aquí en la esquina. —insistió, al ver que no respondía.
—Está bien.
Mi respuesta lo sorprendió. Pasó su mano por su cabeza de tenis y se encaminó por la calle. Yo lo seguí. Corrió una brisa helada que congeló mi piel mojada con alcohol.
—Pero en serio fuiste valiente con esos idiotas. —Soltó de repente. Me encogí de hombros.
—No en realidad. Tal vez el alcohol me dio coraje.
![](https://img.wattpad.com/cover/202534483-288-k348071.jpg)
ESTÁS LEYENDO
EMMA
RomanceSEGUNDA PARTE DE JACK CALLEN. * Emma es una joven de dieciocho años que está por empezar una nueva etapa en su vida. Desechar traumas y recuerdos nunca es fácil. Sobretodo cuando aquel boxeador profesional aparece de nuevo en su vida con una propues...