Capítulo 21

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Advertencia: capítulo con contenido de violencia fuerte.

No la promuevo y mucho menos, solo es ficción.

Leer bajo su responsabilidad.

No acepto criticas hacia mi persona ofensivas, solo acepto constructivas.

Ahora si, disfruten la lectura bellezas.

Brianna.

Volver a la habitación donde toda mi vida hasta hace casi dos años viví feliz, feliz desde que dejamos de huir. Mis cosas están tapadas con sábanas blancas, como si hubiese muerto, pero para el tiempo que no vivo aquí, que no duermo, huelen a limpio. Cosa extraña.

Lo más sorprende es que al ver a Sophia sus ojos brillan en la oscuridad de la noche por lágrimas que mojan sus mejillas, están rojos e hinchados, es como si ha llorado durante horas por alguna causa, motivo que desconozco, incluso el borde de su pijama está húmeda y sostiene algo contra su fecho, el marco de una fotografía.

— ¿Qué se supone que están haciendo aquí? —inquiere con la voz pastosa y ronca por el nudo que intenta digerir de su garganta tragando de tanto en tanto de manera pesada y gruesa.

Intenta ocultar su rostro y secar cada palmo de su rostro. Ver a Sophia es verme yo en unos cuantos años más, solo que yo no seré como ella y es imposible que lo sea con cualquier persona. Solo yo y ella podemos entender.

—Ambos estamos aquí por algo que tú tienes o tienen ustedes que me pertenece e incluye a Dmitry —respondo y me enojo de hombros cuando termino de darle mi simple explicación.

Dejo el peluche sobre la cama y me giro para no mirar su rostro lloroso. No lo soporto.

Omito el apellido de Petrov, si Sophia seguro ha de estar al tanto de la mafia rusa, después de todo ella es la hija de quién en su tiempo gobernó bastantes ciudades que ahora me pertenecen.

Sophia no es estúpida y mucho menos es indefensa, la recuerdo enseñándonos a mí y a Oliver a cómo defendernos y usar un arma.

La mejor madre en cuestión de juegos y hacernos divertir, preparar la mejor comida, sin embargo tan dura, fuerte, decidida, inquebrantable cuando teníamos que hacer la tarea y llegaba la hora del entrenamiento.

Ella no era el asco que hoy es, la débil e indefensa Sophia que aparenta ser, aunque ella y yo sabemos al igual que tiene un demonio por dentro de ella, uno que yo tengo y que heredé de ella, sin embargo el mío no solo es un demonio sino el diablo dentro del infierno.

—No sé de qué hablan —algunas palabras no le salen coherentes, sospechoso. Esa no va conmigo Sophia.

—Señora, mientras más rápido coopere todo será más fácil —aconseja Petrov en su dirección, se recuesta contra las puertas de lo que un día fue mi closet y entra las manos en los bolsillos de su traje en una postura relajada, las manos en sus bolsillos. Es demasiado grande y así no disminuye su tamaño.

—No tengo que darle nada a usted señor y mucho menos cuando ha entrado a mi casa sin mi consentimiento, como un ladrón —refuta de forma acusatoria.

—De otra forma no íbamos a poder entrar —me siento cómoda sobre la cama y cruzo las piernas —. No tengo mucho tiempo, ya es tarde y tengo cosas que hacer —miro mi reloj de muñeca y el tiempo corre, mi instinto asesino está activo y eufórico para ser liberado.

—Dije que no sé de qué hablan —se mantiene en su palabra, incluso ya la estoy sacando de sus límites —. Estás no son horas de hacer nada más que dormir Brianna —me está hablando en tono reprobatorio y autoritario.

ALÉJATE © [Corrigiendo] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora