Capítulo 1

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Antes de leer, quiero recordarles que esta historia tiene fuertes escenas, lo advertí en el prólogo. Por lo que leen bajo su responsabilidad. Aclarado todo, disfruten del capítulo y busquen un tanque de agua fría💃🔥🔥🔥😂😂😂

Dmitry

El sonido de la música retumba todo el lugar, colándose por mis oídos de una manera soportable, a pesar de estar muy alta, no me resulta desagradable, estoy acostumbrado a esto, es la parte oscura de mí día a día, por las noches soy muy diferente a lo que soy en el día.

En mi mano derecha sostengo mi vaso de cristal, el líquido color ámbar se mueve de lado a lado junto al hielo, cuando hago movimientos circulares en mi muñeca. Bebo un trago de mi whisky y observo la pista de baile.

Las personas se divierten y bailan, lejanos unos de los que sucede en este antro y otros más astutos conscientes, pero en silencio, saben que es mejor estar así.

Enderezo la espalda cuando me levanto del sofá que está ubicado en el segundo nivel, con la vista al frente de la pista. Aliso mi impecable camisa blanca y estiro las piernas para acomodar mejor mi fino pantalón gris, mis zapatos de cuero perfectamente pulidos, relucen entre la poca luz que hay en éste espacio, acomodo el reloj en mi muñeca y me dirijo al barandal, cuando todo en mi vestimenta está perfectamente organizado. Soy un obsesivo de la organización.

Observo todo con mejor escrutinio.

Mis empleados se encargan de distribuir la droga de manera secreta, pasando desapercibidos para todos, no para mí. Yo diseñé todas y cada una de las estrategias en las que mis negocios se manejan, ¿Me siento orgulloso? No, nada de mi vida de mierda llena el vacío en mi frío corazón, ni el dinero, ni las mujeres, el poder, nada, no tengo sentimiento alguno, no tengo metas, solo vivo por vivir, defiendo mis territorios por instinto, porque nunca permitiré que ningún hijo de puta me pisoteé y quiera usarme como su peón, pero mucho menos que las mujeres de mi negocio caigan en manos de violadores, golpeadores, seres déspotas.

No es que yo soy diferente a ellos, porque no lo soy, soy déspota, tóxico, soy la palabra de destrucción en todo su esplendor, destruyo todo lo que toco, daño todo.

Asiento satisfecho, cuando veo que no hay ningún problema en la distribución de la droga y la marihuana.

No teniendo más que hacer ahí, tomo mi saco y lo coloco en mi cuerpo, tomándome mi tiempo.

Con pasos calmados me dirijo a las habitaciones del antro, el lugar es mío, lo conozco como la palma de mi mano.

Ingreso a la habitación dos, no la uno, en esa solo duermo yo, la dos la uso para mis placeres.

Al ingresar lo primero que veo frente a mis ojos, son a dos mujeres. Pechos grandes, culo también, labios inyectados en Botox, la clase de mujer que se la pone dura a cualquier hombre y yo fuera de ese grupo no estoy. En verlas a las dos, me la pone dura inmediatamente.

Llevan una lencería más descubierta que las demás. Ya saben por qué están aquí. Con una mirada les digo que empiecen.

Veo como la morena de tetas grandes, se acerca lentamente a la rubia de tetas grandes, pero más pequeñas, solo un poco.

Con lentitud se empiezan a tocar; observo como la morena parece ser la dominante en el juego, toma a la rubia por el cuero cabelludo muy cerca de su cuello, tirando de su cabello hacia atrás, su espalda se encorva, alzando sus pechos al frente y levantando su gran trasero rubio. Los labios de la morena se estampan contra los carnosos de la rubia.

Quito mi chaqueta y la coloco en el espaldar de la silla de cuero a mi lado, para posteriormente ir desabotonando botón por botón mi camisa, observando cómo ellas se besan lujuriosas, esperando mi siguiente orden. Termino de quitar mi camisa y de mi espalda saco mi arma, colocándola a la vista de las dos, con la certeza de que no la tocarán y tampoco harán algo estúpido que ponga en riesgo sus vidas. Mis zapatos de cuero reluciente desaparecen, junto a mi fino pantalón, quedando solo en bóxer que se ajusta más de lo normal a mi culo y mis piernas debido a la dura erección que tengo, por lo que provoca en mí la escena delante de mis ojos, deseo carnal. Solo eso.

ALÉJATE © [Corrigiendo] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora