Capítulo 75

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Advertencia: capítulo con violencia explicita, muy explicita, si lo lees lo haces bajo tu responsabilidad. Que quede claro que yo escribo esto por ficción y nada más. No apoyo la violencia aunque a veces la mayoría ante actos sin escrúpulos lo pensamos.

Dmitry.

Sospeso la idea de a cual primero, decidiéndome tardando muy poco por cual, es obvio que Marrash se irá al infierno primero.

Nikolai debe tener el final a solas conmigo.

¿Sentir remordimiento? Por supuesto que no, hacerme esa pregunta a mi mismo incluso es estúpida, porque lo es maldición.

Ellos no tienen escrúpulos, como voy yo a tener remordimiento alguno.

Este ciclo hay que cerrarlo.

Los mataré, los quemaré, no debe quedar rastro de sus cuerpos, de que siquiera existieron en este mundo, aunque para desgracia de quienes sufrimos a manos de sus mentes más retorcidas que la mía, jamás podremos borrar su recuerdo.

Pateo sus cuerpos que apenas reaccionan ante el color, jadeos muy suaves que no llenan mis oídos con música de dolor.

—Hace mucho tiempo yo era alguien asustado —busco entre mis artilugios esa mocha, no recuerdo donde la coloqué —. Quien forja tu miedo no llega a imaginar que es o que infringiste se convertirá en tu final.

Nikolai escupe sangre.

Sus cuerpos cuelgan del techo, las cadenas rodean bajo sus antebrazos, sujetando sus torsos para así poder levantarlos, volviendo a la posición anterior que estuvieron desde un principio.

Yacen desnudos delante de mis ojos, sus cuerpos apestan a alcantarillado, las heridas con agua amarillenta, las moscas se dan un festín en cada una de ellas.

—Dmitry...—apenas logra hablar este Nikolai —. Hubiéramos sido tan...indestructible...juntos.

De una u otra forma tengo presente hoy todo lo que he pasado a lo largo de mis 37 años, los recuerdos tanto buenos como malos.

Siento muy dentro una mezcla pesada y ligera. Difícil de descifrar, de entender.

—El hubiera no existe —me pongo unos guantes negros —. No tengo, ni tuve jamás respeto por ti, primero muerto que hacer equipo con quien destruyó mi vida.

Tomo la mocha que al fin encontré, su peso es ligero, su agarre suave, algo con tan peso, causa mucho daño.

Un frasco de cianuro frente a mí, esperando el momento adecuado.

—Lo hice por nuestro bien...

No aguantando su mierda hecho del contenido sobre su pecho magullado.

La puta primera lágrima que sale de mi lagrimal la odio.

No es momento para llorar maldita sea.

Pero como me hubiera gustado tener el mismo valor hace tantos años atrás.

—Piensa antes de hablar Nikolai, son putos menos, ya estás quemado en el examen —a raya retengo las malditas lágrimas.

Demonios que no me gusta llorar, es de débiles, prefiero ahorrarme mis momentos vulnerables solo para mí, no compartirlo con absolutamente nadie.

Brianna no conoce esta faceta de mí.

El momento de hablar con ella cada vez más está cerca, mi temor que me vea como algo asqueroso, que me rechace, que su amor se disipe al escucharme.

Lucho conmigo mismo diario, por ser alguien mejor, por dormir como cualquier ser humano, el problema es que yo no soy cualquier humano, soy un asesino, un líder de una mafia entera, soy un tipo con un trauma de por vida.

ALÉJATE © [Corrigiendo] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora