Brianna.
Me da miedo por como lo ha dicho. Siento miedo después de tanto tiempo. Mi cuerpo no solo está temblando por los fuertes sollozos sino también por temblor.
— ¿Cómo te sientes? —balbuceo.
Me sostengo del pomo de la puerta para ayudarme a levantar a mí misma. Soy un desastre tembloroso nada capaz de estar bien en pie.
Dmitry no me mira, no hay calidez, está tendido en la cama estoico, sus ojos permanecen hinchados por las horas sin despertar, está mirando al techo fijamente sin pestañear.
El silencio persiste, mis oídos zumban recordando lo que ha dicho tan solo hace dos minutos.
—Te lo dije Brianna —su tono ronco me hace sentir más vulnerable.
—Solo sucedió —me quedo en mi lugar, no soy capaz de levantarme —. No se pudo evitar, ¡pero es maravilloso! —exclamo.
Limpio mi nariz con la manga de mi suéter, mi corazón está más amplio por esta dicha.
¡Estoy embarazada!
Lo imposible ha sucedido.
¡Esto es un milagro!
—Pudiste haberlo evitado —empieza a elevarse en audición.
Apago la sonrisa que amenazaba con partir mi cara en dos para cambiarla por una cara de total seriedad, yo no puedo creer que esté escuchando esto.
No de él.
—Yo no lo hice sola —me acerco con piernas temblorosas, me preocupa su estado, no obstante mi bebé, el que llevo en el vientre es importante. Mikhail estará tan feliz de saber que tendrá un compañero de vida. Mi bebé hermoso jugará con alguien, con su hermano u hermana —. Lo hicimos juntos. ¿No preguntarás dónde estás?
Me quedo en una pieza al intentar sostener su mano y no me deja, la aparta como si quemo, como si soy una enfermedad incurable para él.
Duele maldita sea.
—No quiero un bebé, Brianna —rectifica lo que ha dicho antes —. Si estoy aquí es porque las cosas están muy mal.
Tiemblo de sólo pensar lo que está pasando por su cabeza.
— ¿Qué quieres decir con eso?
Doy tres pasos atrás, me detengo al sentir el borde del sillón tras mis rodillas.
—Eres inteligente Brianna, no tengo porqué decirte nada.
Zanja el tema. No hago nada cuando se quita la intravenosa y se sienta sin hacer mueca de dolor alguno.
Estoy en un trance que no se si saldré del mismo. Mi trasero cae en el asiento, las manos temblorosas peinan mi cabello.
No puede estar pasando.
¡De verdad no lo quiere!
—Es nuestro hijo Dmitry. No es un objeto, ¿Te estás escuchando?
No se inmuta ante nada de lo que digo, solo está pendiente a limpiar la mano donde estaba la intravenosa y nada más.
—Soy consciente de lo que digo. Mira a ver qué haces con esa criatura Brianna. No lo quiero.
Dejo los temblores, el miedo y la emoción de lado, reemplazada por tabla, ira.
— ¡Eres un maldito imbécil e hipócrita Dmitry! —Me pongo en pie, la reacción tan rápida me causa un mareo que paso por alto —. ¡No voy a abortar si es lo que estás pensando! ¡Es mi sueño hecho realidad! ¡Es mi hijo!
ESTÁS LEYENDO
ALÉJATE © [Corrigiendo]
Ficção GeralÉl es destrucción, Tóxico. Y ella es su única salvación. +21 NO COPIAR. ES DE MI AUTORÍA.