ALÉJATE © [Corrigiendo]

Capítulo 18

Dmitry.

Alcanzar la cima de mi objetivo conlleva varios pasos con ello, pero no me importa cuántos tenga que dar si al final tendré su cabeza en una bandeja. Me suplicara, me llorara, pedirá que lo mate, deseara morir cuando todo lo que hay a su alrededor empiece a destruirse, cuando los robots que están a su servicio caigan uno por uno o montones por montones, si tienen familia no me importa, sin tienen una vida mucho menos, su señor, a quién le besan casi el culo no vio nada de eso, era un niño de diez años que se quedó solo en la calle, muriendo.

Tengo el recuerdo nítido de todo lo que sucedió esa noche, tan nítido que desafía hacerlo pasar lo mismo, sin embargo, plátano maduro no vuelve a verde y el tiempo que se va no vuelve, solo resta aprovechar el tiempo que tienes y no malgastarlo en tonterías.

Primero me he preparado durante años para este momento, me he hecho fuerte, poderoso, casi toda Rusia es mía, donde piso el suelo tiembla por mi poder y las personas rehúyen de mi mirada tal vez por miedo que es lo más probable, peto sin duda es el respeto, previeron que me teman por ello a que me amen por ser un vendedor de sueños que a la menor oportunidad los matares y sacaré sus órganos.

Segundo, el destino jugó a mi favor, puso en mi camino a la persona que menos esperaba que fuese la clave para desatar el caos y empezar a quitarle el tablero a Nikolai, Millers, sin duda alguna nuestro primer encuentro no fue normal como lo somos nosotros.

Tercero, descubrir, saber quién es ella, quienes son su familia y llegar a ellos.

Y cuarto, hacerle saber del poder que tiene, de quién es, jugar con su mente, pero algo que no es una tarea fácil, si algo me gusta y odio a la vez es que ella es muy parecida a mí, por lo tanto, nada de lo haga o diga si no lo cálculo y soy un poco más astuto que ella funciona, porque es tan malditamente parecida a mí que puede descifrar que puedo hacer y a la vez sabe que soy indescifrable, dos combinaciones peligrosas.

Estoy jugando con su mente, tratando de persuadirla, no será fácil, pero al final obtendré lo que quiero. Millers es dueña de su vida, lo he notado, es una mujer aguerrida, fuerte como ninguna y orgullosa, tan orgullosa que no va a permitir que nadie acabe con su vida, no cuando ella no lo quiere y eso es lo que Nikolai no sabe, otro error a su lista de errores.

Millers, se defenderá y será capaz de cualquier cosa para detener a quien persigue su vida, quién la tiene en el ojo del huracán.

Observó su rostro de muñeca, parece una barbee, ella es hermosa y lo admito, la belleza que te deslumbra, que te doblega, la belleza que te pone duro. Su belleza me deslumbra, no lo admitiré en voz alta, no me doblega, pero si me pone duro.

Sus facciones están cada una consternada, aún no asimila lo que le he dicho. Los golpes de su rostro van disminuyendo, pero se acentúan a medida de que la sangre bulle tan rápido por su cara.

La bebida en su copa desaparece en su boca de un solo trago, no hace una sola mueca ante el escozor.

—Todo esto es demasiado —susurra y le presto atención. Su espalda está encorvada, sus manos juntas, sus codos descansando sobre sus rodillas, las piernas levemente abiertas, la barbilla descansa sobre sus manos entrelazadas. Dirige sus ojos azules a mi persona, yo continuo inmutable y bebo de mi bebida —. ¿Cómo? ¿Cómo sabe todo esto?

Bebo el resto de mi copa antes de dejarla sobre la mesa de cristal enfrente de nosotros y tomo la misma postura que ella, ahora estamos más cerca.

—Ya mencioné que mató a mi madre —siento el cambio en mi cuerpo al mencionar a mi hermosa madre, dolor, tristeza, reemplazados por rabia, venganza y odio —. Desde que entré en la mafia, solo busqué desde un principio venganza, cada día me hice más fuerte, hasta llegar a ser quien soy hoy en día. A todo enemigo se le busca la zapata de todo y yo como buen adversario lo hice, encontré el talón de Aquiles en su juego, uno que tengo en mi poder.