ALÉJATE © [Corrigiendo]

Capítulo 73

Capítulo con violencia explícita, si lo lees lo haces bajo tu responsabilidad. 

Brianna.

Despierto por un cosquilleo en mi pecho. La habitación permanece poco alumbrada, mantengo una luz encendida debido a los niños, Mikhail está durmiendo aquí desde que volvimos, Irina es una recién nacida, falta de prudencia, de consciencia apagar la luz con ellos siendo solo bebés.

Deduzco a Dmitry en medio de mi ensoñación, parte de su cabeza oculta en el hueco de mi cuello y pecho. Aferra uno de sus brazos alrededor de mi abdomen, sin presionar o llegar a donde tengo la operación.

Desapareció hacía una hora antes de dormir, se encargó de darle de comer a Ninet, luego se fue sin avisar.

Instintivamente llevo mis dedos a su cabello, está húmedo.

Agudizo mi olfato.

Sangre.

— ¿Qué hora es? —pregunto a cambio de hacer una estúpida.

Dmitry estaba con los traidores.

—Dos de la mañana.

Deja el peso de su cabeza sobre mi pecho, su agarre es firme sin ser tosco.

Su actitud me demuestra algo: Dmitry me necesita. Lo presiento, lo siento, lo palpo, no me ve, solo se aferra a mí como su ancla.

—Aquí voy a estar toda la vida Dmitry —aseguro sin que me lo haya preguntado, presiento que necesita escucharlo de mí boca, tener una seguridad.

Lo siento tomar grandes bocanadas de aire.

— ¿Si luego te doy asco? —inquiere enterrando esta vez la nariz en medio de mis pechos.

Confundida por esa pregunta, mantengo mi boca sin hablar, es la primera vez que me hace tales preguntas. La inseguridad rebosante en el tono de su voz.

— ¿Por qué deberías darme asco, Dmitry? —las palmas de mis manos rodean su hermosa y gran cara ahora libre de toda barba.

Resistente logro que me mire.

Lo que observo en esos arcos iris que tiene por ojos, es una mezcla de sentimientos y emociones que logra desarmarme.

Se muestra como el humano que es: tristeza, dolor, resentimiento, rabia, rencor, culpabilidad, hay más que no logro descifrar en estos momentos, es demasiado para mí.

Jamás pasó por mi cabeza verlo en este estado.

—Por algo asqueroso —me sostiene la mirada —. Mi cuerpo quedará con más marcas de las que ya tenía, aún no te he contado todo de mi vida. Dime Brianna, ¿Si te cuento de atrocidades que viví, que me hicieron vas a seguir a mi lado?

Encontrar de su voluntad, quito botón por botón de esa camisa. Las marcas nuevas, antiguas de su cuerpo van quedando a mi vista, así como sus músculos marcados, tonificados, fuertes, duros.

Me deshago de ella.

Trazo cada una de las que puedo, hablamos apenas en susurro. Justo ahora las palabras sobran.

— ¿Me rechazaste cuando viste la de mi abdomen o cuando te conté sobre la reconstrucción vaginal que me hicieron? ¿Me rechazaste cuando te conté que tres hombres abusaron de mí?

Niega.

—No haría eso Brianna.

En absoluto silencio doy un beso a la nueva que se está formando en su clavícula.