Capítulo 28

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Advertencia: capítulo con contenido +18. Leer bajo tu responsabilidad.

Les aconsejo buscarse agua fría bellezas 🔥💧💧💧🔥🔥🔥 Soy nueva en esto, asi que no soy muy buena.

Brianna.

El silencio es de los más profundos, tensos, cargados de adrenalina que he sentido alguna vez.

Las pocas dudas que tenían se dispersan y son sustituidas por la avaricia que sienten ante lo que les ofrecemos.

Incluso veo el signo de dinero en el iris de sus ojos.

Retoman las cartas en la mano. Petrov mantiene su expresión neutra e incluso soba mi muslo por vecina de la tela, una caricia sutil y prometedora.

Toma las cartas como hacen todos y les sigue el ritmo analizando sus expresiones. Deja mi muslo para poder mover la carta con suspicacia y habilidad.

—Yo no tengo nada que pensar —préstamos atención a lo que dice Zunino —. Es algo demasiado bueno a cambio de sólo dejar a Nikolai solo y quitarle nuestra ayuda. Yo entro al trato, ganaré más y no le daré mi parte a ese viejo decrépito.

Bingo.

No sonrío como si vendo Colgate, pero si una sonrisa de lado que muestra mi satisfacción.

Petrov es indiferente a todo.

—No se arrepentirá —aseguro.

—De eso no lo dudo —no ignoro su mirada inquisitiva hacia mí. Sé que soy hermosa aunque odie mi cuerpo. Por lo tanto sé que llamo su atención desde que me ha visto.

—Algo debe de quedarte claro Zunino —el tono de voz de Dmitry es tan frío y seco que cala ellos huesos en terror de cualquiera —. Yo no soy Nikolai y nunca lo seré. A mí ni se me cambia y tampoco se me traiciona sin salir ileso.

Su advertencia es tan clara. Hasta siento que es para todos en la mesa.

—No tiene que volver a decirlo Petrov —asegura Fabricio.

Gabrielle Rossi permanece pensativo. Me da mala espina.

—Yo entro.

—Yo también.

Son las dos afirmaciones que necesitábamos de los dos otros socios.

Solo falta Rossi y los demás lo miran, mientras continúan jugando.

Acepto una copa que me ofrece Petrov y me dedica una mirada helada. Estoy en problemas y no sé porque demonios.

—Yo, yo acepto también, claro que lo hago —hipócritamente sonríe Rossi —. Es una oportunidad que no puedo desaprovechar. Nadie realmente lo haría —se excusa de manera vaga.

Petrov bebe el contenido de su vaso por completo antes de tragar. Su nuez de Adán se mueve tan sexy.

—Bien, tenemos un trato —las cartas están agotadas y los señala a todos —. Cartas —pide.

Por orden las empiezan a voltear.

Diez con once, reyes, damas, pit, pero Dmitry se levanta volteando sus cartas.

—Trío de ases con un rey —la intensidad con la que lo dice lleva un sentido más que la de las cartas. Extiende su mano para que la sostenga y me ayuda a levantarme. Sostiene mi cintura posesivamente —. Yo soy el rey, no lo olviden, dirijo casi toda Rusia, no hay una mosca que se mueva y yo no lo sepa. Recuérdenlo —salidos de entre las sillas. Su agarre es muy tenso alrededor de mi cintura.

ALÉJATE © [Corrigiendo] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora