Brianna.
Agradezco su silencio, que no pronuncie palabra alguna mientras yo trató de retener la tristeza y el dolor que me carcome por dentro, cada pedazo de mi alma duele, soy humana carajo.
Ahogo el primer sollozo con mi mano cuando pugna por salir. Siento como sus fuertes brazos me envuelven a su alrededor. Creo que el sexo me ha puesto vulnerable.
—Calma Brianna —susurra en mi oído y aprieta más su agarre en mi delgado cuerpo, apegándome a su fornido pecho. Involuntariamente estoy recostada sobre él, mi peso no parece molestarle.
—Es un tema demasiado duro para mí —confieso titubeante. La voz me sale ahogada cuando hablo.
—No tiene que hablar del mismo si le incomoda —acaricia mi espaldas con suavidad.
—Nunca nadie se preguntó qué sentí al respeto cuando me dieron la noticia. Estuve sola —es inevitable que mi voz no destile odio, no tuve un abrazo, un apoyo, todos estaban concentrados en sus asuntos, mientras yo solo pensaba en acabar con lo miserable que es mi vida.
Siento a Dmitry más humano cuando me abraza, en ese abrazo siento que en silencio me dice que ahora sí tengo unos brazos fuertes que me abrazaran, sin embargo es mejor no hacerme ilusiones, tampoco soy de esas, lo nuestro es poder y sexo, un juego que nos llevará al precipicio, no ignoro que a nuestro alrededor todo grita Aléjate, pero nosotros rompimos las reglas.
—Estoy odiando más a tu familia cada vez más —ruge iracundo.
—Yo era la típica chica con sueños —empiezo a hablar, con él no tengo la necesidad de esconderme, quizás es porque es tan parecido a mí, también en el fondo sé que no me juzgará y tratara peor que la mierda, una vez me escuchó con todo, no le di asco por ser una usada, si no me ha abrazado, puso al único sobreviviente en bandeja de plata para mí y me ha hecho ver estrellas cuando se metió entre mis piernas —. Quería una familia, una casa normal, grande, tener muchos niños, así fuesen míos y también adoptados, un bien trabajo, un esposo que me respete y me quiera, quería que mi primera vez fuese bonita y no una mierda como lo fue, no solo me rompieron...—las lágrimas están mojando su pecho —, no solo físicamente, sino también me rompieron en el alma al dañar mi útero, ¡No puedo albergar una vida dentro de mí! —mi mano cae rudamente sobre él, no se queja, solo me hace girar sobre la cama y quedo con su cuerpo sobre mí, sosteniendo mis brazos a cada lado de mi cabeza.
—Debes ser fuerte —sus palabras salen como una orden de entre sus labios —. Que no vean nuestros enemigos que eso es una de sus mayores debilidades.
— ¿Nunca pensó en tener un hijo, ver su carita y saber que es parte suyo? —contraataco con dolor.
Su semblante cambia a uno sobrio.
—No —su respuesta es seca —. Nunca, a pesar de que no soy igual que Nikolai llevo su asquerosa sangre y algo me perturba solo de imaginar un pequeño que sea mío y por obra del infierno le suceda algo de lo que me sucedió, traer un hijo a este mundo es un error Brianna, nosotros no nacimos para dar vidas, sino para quitar.
La sobriedad y lo duro de sus palabras son tan secas y vacías, él nunca pensó en un hijo, ni siquiera por su cabeza, pero he de admitir que lo entiendo, la vida de Dmitry siempre ha estado marcada.
—Lo entiendo —afirmo al fin.
Se relaja y suelta uno de mis brazos.
—No quiero que vuelva a llorar por eso —seca mis lágrimas con sus dedos —. Tu familia es la mafia, la gente que te seguirá, nada más que eso.
Asiento más calmada, él tiene razón, no debo de pensar en algo que ya no tiene solución, estoy seca y nunca podré albergar una vida.
—Quizás si un día me case, todo sea por el poder —argumento sin prestar atención a cómo cambia su rostro.
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ALÉJATE © [Corrigiendo]
Ficção GeralÉl es destrucción, Tóxico. Y ella es su única salvación. +21 NO COPIAR. ES DE MI AUTORÍA.