Capítulo 38 || Retomando.

4.9K 429 74
                                    




Abro los ojos encontrando su cabeza inclinada hacia el suelo, limpia una y otra vez sus lágrimas, para luego levantar la cabeza y posar su triste y hermosa mirada en mí.

¿Qué debo hacer ante esto?

Me ha mostrado a detalle sus emociones y no sé cómo responder a eso. Menos, cuando un sentir similar a la culpa me corroe con mucha fuerza.

Hasta hace pocas horas deseaba odiarla, estaba más allá de furioso por descubrir sus planes, absolutamente convencido que debía alejarme de ella, ignorar lo poco que hemos vivido y volver a mi mundo, pero todo eso quedó siendo nada cuando una vez más la tuve frente a mí.

Liss ha resultado ser una debilidad mayor a mis propios miedos. Su presencia anula todas mis barreras, me vuelve dependiente directo de su mirada, solo necesito verla para sentir que todo está bien, que mis peores emociones se desvanecen. Ni siquiera mis problemas toman importancia, todo se vuelve nada ante su presencia.

Suspiro profundo, muy profundo, escuchando como mi corazón sigue en ese insistente latir errático y no tiene como detenerse mientras las palabras de la castaña se reproducen una y otra vez en mi mente.

"Quererte duele"

Querer.

Ansié escuchar algo como eso en Londres. Esperaba que afirmara cuanto la afectaba, pero fue tan cortante y sutil al especificar que se trataba de un simple gusto, algo que se mantiene superficial, una simple atracción física. Ahora descubro que va más allá, hay algo realmente firme, sólido y real. Un sentimiento que no podría evadir y me sorprende, no deja de sorprenderme su verdad a pesar de mis ansias por escucharla.

Ahora la pregunta que define todo en este momento, es:

¿Qué siento yo?

—Lamento si te incomoda. No lo hice con la intención de presionarte u obligarte a estar conmigo, solo.... quería ser sincera, fue eso lo que me pediste en Londres, ¿no? —La miro fijamente y comprendo por qué estoy como un idiota detrás de ella.

Es hermosa.

Liss Hunt es merecedora de la gracia de la vida al poseer cualidades que la vuelven un ser especial, pero más allá de ellas, es una mujer sumamente hermosa. Un paquete equilibrado que atraería a cualquier hombre que se diera la tarea de conocerla en cada una de sus facetas, que, aunque han sido pocas las que hemos compartido, me han servido para caer como un imbécil por ella.

Ahora entiendo al idiota de su ex novio, porque estaba obsesionado con no querer perderla. Su voz, aroma, calidez, sonrisa, su espectacular mirada e inteligencia la hacen completamente deseable, absolutamente adictiva.

Sí, hay un sentir realmente fuerte por ella. Esto va más allá de mi gusto por su belleza, por el deseo tan profundo que albergo y me quema a cada segundo, por la fascinación que provoca su timidez.

—No me incomodas, nena —digo, al ver que hace el intento por levantarse ante mi silencio. Con una mano sostengo su cintura impidiendo que pueda bajarse de mis piernas, mientras que la otra va dar a su mejilla—. Me sorprendes. Todo cuanto sientes logra sorprenderme. —La vulnerabilidad que transmite su mirada debilita mis barreras, el momento se ha vuelto tan íntimo, nuestro, que sin ánimos de luchar dejo que sean mis emociones las que hablen. —No puedo corresponder a tus sentimientos, nena, no sé cómo hacerlo. Conoces lo que soy, lo que implica. Nunca, jamás, he experimentado algo más que deseo por otra mujer.

—¿Solo me deseas? —pregunta en un débil susurro.

Niego con seguridad.

—Fui sincero cuando dije que eres importante y me gustas, mucho. Con lo que nunca he lidiado es con sentimientos. No sé cómo sobrellevar eso y una relación. Nunca he centrado mi vida en lo que siente la mujer que esté en mi vida, y hacerlo ahora me asusta mucho. —Coloca su mano sobre la mía que permanecía en su mejilla. —No quiero fallarte, Liss, pero voy descubriendo que mi sentir constituye una debilidad, me hacen un blanco fácil de las intrigas y no sé hasta donde pueda llegar esto. —Recordar como opté por la vía más corta al decidir estar con otra mujer me hace sentir como un auténtico idiota. —No quiero hacerte sufrir, no quiero dañarte.

Christopher Grey #5 (Saga sombras, Grey)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora