Miro el reloj de pared que dicta las once de la mañana. Es seguro que no haré nada en mi estado eufórico. Este día va resultado ser el mejor de todos y la mejor manera de terminarlo es con esa cena que ansío como a nada.
Le envío un mensaje a la castaña informándole que enviare a Lucas por ella. Recibo su confirmación y ubicación en su casa.
¿Qué?
¡¿Se volvió loca?!
Frunzo el ceño y me detengo frente al escritorio de Melissa.
—Iré a almorzar. Volveré por la tarde. Mi móvil estará apagado. —Sus ojos claros, detrás de esas gafas de bordes oscuros, me observan confundida.
—Eh... si, como diga, señor. —Vuelvo la mirada a mi móvil, en el momento justo que recibo un segundo mensaje de la castaña.
No te preocupes, fui por algo de ropa, la más apropiada.
Espero llenar tus expectativas.
Ansío verte.
Liss H.
Jodida mujer.
Disfruta incitarme, llevar mi mente a evocar escenas que difícilmente podría controlar.
Sonrío por su última línea.
Estamos en la misma página, extrañándonos como dos locos. El tiempo lejos de ella es caótico y a pesar de ser sensaciones nuevas, no me causan pánico. En este punto lo único que podría aterrarme, es que decida retroceder, alejarme como lo hizo en un principio.
Levanto la mirada y descubro que me he quedado frente a Melissa estático, con una sonrisa en mis labios que seguramente deduce el contenido del mensaje.
La ignoro volviendo en mi caminar al ascensor. Lucas se me une en recepción.
—Ve a casa de Sam por Liss, nos vemos en mi apartamento. —El hombre no se mueve.
—Señor, no puedo despegarme de usted. —Le miro con dureza.
—Y yo te ordeno que no te despegues de Liss Hunt. Si algo le pasa, pagas tú, te lo advierto. —Lo dejo ahí, en medio del amplio lugar y me encamino al estacionamiento donde está mi auto.
Ya lo imagino preguntándole a Johan como soporta a los hijos Grey. Al hombre le tocó cuidar al más asocial, hermético e indomable de los Grey. Si hay algo que todos conocen y del cual Johan se burla, es que soy el castigo de Christian Grey al tener un hijo que no puede dominar.
Aún recuerdo su comentario y como papá lo aniquiló con la mirada robándose las carcajadas de todos en la sala de seguridad:
"Si él no puede controlar a su hijo, menos lo hará la seguridad"
No es algo que haga por venganza o molestar, es parte de mi personalidad. Crecí siendo independiente y someterme a reglas que violen mi libertad me llevan a un inminente ataque de ansiedad que no puedo controlar y mi única manera de liberar esa tensión es dejando salir mi ira.
Conducir nunca se había sentido tan incómodo, dado que mi jodido miembro se encuentre tenso al recordar a la descarada castaña y su silenciosa irrupción en mi apartamento por la madrugada.
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Christopher Grey #5 (Saga sombras, Grey)
FanficTercer libro de los hermanos Grey en La Sombra de mi Ángel.