Capítulo 1 || Isis.

5.3K 429 36
                                    




—Ya falta poco para culminar los trabajos. Hoy recibimos a los encargados de limpieza. El arquitecto me mostró los nuevos planos para el área recreativa. Le envié a su secretaria el informe... —lo interrumpo.

—Ya lo firmé —resumo. Me detengo observando la parte externa del inmenso lugar que decidí hace meses remodelar y ampliar.

La casa hogar.

Mi casa hogar.

Mi casa.

Ni todos los cambios cambian eso, esa paz que me brinda pisar este suelo. Todo mi ser reacciona ante el aura de tranquilidad que destila el lugar.

—Perfecto, llamaré a su tío...——Nuevamente lo interrumpo irritado por su ineptitud y nerviosismo.

Así me ven todos. El parecido con mi padre es obvio, mucho para mi propio bien, al punto que cada persona posa sus ojos en mí sorprendido, intrigado y temerosos por el poder que destila mi apellido.

—Ya lo tiene —mascullo—. ¿Estará listo para la fecha prevista?

El hombre me mira inquieto.

—Si, señor. Es posible que esta misma semana esté terminado con un aumento de personal. —Lo miro con los ojos entrecerrados.

¿Aumento de personal? ¿Qué mierda hacen aquí? ¿Sentarse a ver el atardecer?

—Ineptos. —Le doy la espalda cuando abre sus ojos al máximo.

Intenta hablar, pero lo detengo levantando una mano. Mi teléfono suena con el tono predeterminado para Ted, pero lo ignoro saliendo del lugar por la entrada principal de la casa hogar.

Lucas, mi seguridad, me espera junto al auto. Entro volviendo a escuchar mi teléfono sonar, pero esta vez es una llamada de mamá.

Sonrío al ver su foto de llamada. En una de nuestras conversaciones, mientras sostenía a Angelique en mis brazos, me permití sonreír al hacerle cosquillas a la pequeña de la casa, mi madre se unió y en ese momento el idiota de Ted nos llamó y capturó la imagen. Es de las pocas fotos en las que me han visto sonreír. Foto que mamá conserva como un gran tesoro.

—Dime, mamá. —Escucho el sonar de teclado y alguien diciéndole algo al fondo.

Seguramente está en la editorial o el restaurante, hechos que me extrañan, puesto que delegó su puesto en ambos por dedicarse a mi hermana.

—Cariño, ¿regresas hoy? —Amplío mi sonrisa.

—Sí, mamá. ¿Pasa algo? —Bufa.

—Tu padre está preocupado por no haber dormido en casa. Ya sabes cómo se pone cuando no los tiene cerca. —Niego divertido por ello.

—Lo entiendo. Déjale saber a Christian Grey que estaré de regreso hoy. —Una suave risa resuena en el auricular.

Amo ese sonido, lo hermosa que se ve en ese simple gesto. Lo tierna que resulta y me gusta. Todo de ella me hace sentir así, feliz, eufórico. Es como si su personalidad tierna y dulce calmara mi ser rebelde, triste y solitario.

Mamá en resumidas cuentas es mi calmante.

—Que no te escuche llamarlo por su nombre. —Río con ella. —Y por favor, tómale la llamada a tu hermano, recuerda que es tu jefe y estás en horas laborables. —Contengo las ganas de poner los ojos en blanco. Y no lo hago porque ese gesto es de mala educación.

Christopher Grey #5 (Saga sombras, Grey)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora