1/3
Loco.
Eso describe en su totalidad a Christopher.
¿Cómo pude enamorarme de un hombre tan controlador y voluble?
Suspiro profundamente más allá de satisfecha, mientras lo observo fijamente totalmente avergonzada con nuestro entorno.
Me rindo.
A pesar de sus locuras, soy débil a sus caricias, esa mirada penetrante que me pone nerviosa, esa sonrisa que debilita todo mi cuerpo y sus besos....
Joder.
Sus besos me rinden por completo.
Todo él me domina y por más que busco controlarlo, no puedo, no logro resistirme a entregarme a él en el momento que lo dicta.
Mi arranque de ira se ha ido por el inodoro. Saber que estamos camino a un nuevo apartamento que compró para mí, me nubló la razón. Entendí que sus celos lo llevaron a tomar el control de mi entorno y eso es algo que odio hagan por mí. Jamás se lo permití a nadie, ni siquiera a mi madre y ahora él... él....
¡Maldición!
Comete cada acto que va en contra de mis gustos y estabilidad emocional.
¿Quién le compra un apartamento a su novia en Londres a días de haber entablado una relación formal?
¡Nadie!
¡Solo a él se le ocurre!
Entre gritos y gruñidos terminamos teniendo un arranque desesperado de sexo en el auto. Voy comprendiendo que su método para dominarme es el sexo y para mi maldita mala suerte lo disfruto, no puedo resistirme a ello. Caigo en su juego como una completa sumisa sedienta por sus muestras de afecto.
¿En qué momento caí en esto?
Me ayuda a incorporarme y me tiende su pañuelo para limpiarme. Acomodo mi ropa, mientras el arregla su pantalón y camisa sin apartar sus ojos de mí.
—Esto no significa nada —le advierto, en un susurro bajo, avergonzada, ya que es obvio que el piloto y copiloto están consciente de nuestro encuentro. Por más que intenté no gemir fue imposible, el muy.... me penetraba con fuerza para arrancarme sonidos que asegura le fascinan.
Sonríe, una sonrisa leve de curvatura de labios.
Amo cuando sonríe. Es más atractivo de lo usual.
—¿No fue suficiente? ¿Quieres más? —Trago saliva al percibir seguridad en sus palabras. Por más que busco la ira que me cubrió hace minutos atrás para que mi cuerpo o responda a su sugerente propuesta, no lo encuentro. Arquea una ceja y se acerca hasta dejar su rostro a escasos centímetros del mío. —Estoy más que dispuesto a complacerte, nena. Me fascina complacerte. —Ronco, lascivo, tentador, así es el tono que emplea y eriza cada vello de mi piel al sentir que quiero más, mucho más.
Esto es algo que me he cuestionado desde que perdí la virginidad. No sé si mi sentir es normal y me avergüenza. No hay un solo momento en que esté con él y mi deseo no se haga presente al punto de ser insoportable.
Quiero pensar que se debe al recién descubierto placer y todo lo que conlleva. Quiero creer que se trata de las hormonas, del descubrimiento real de mi sexualidad que implica sentir mayor éxtasis en caricias y estimulaciones haciendo de esas sensaciones algo adictivo.
ESTÁS LEYENDO
Christopher Grey #5 (Saga sombras, Grey)
FanfictionTercer libro de los hermanos Grey en La Sombra de mi Ángel.