Capítulo 44 || Situaciones y planes.

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Mis ojos se cierran por instinto al percibir, aun después de largas e interminables horas, el sabor de sus labios, el calor de sus manos acariciando mi cuerpo, el roce de su lengua en cada uno de mis pechos.

¡Dios!

Mi cuerpo se estremece de placer de solo recordar las sensaciones tan magníficamente placenteras que cubrieron mi cuerpo e hicieron que la vergüenza que sentía minuto antes al desnudarme frente a él, fuese nada frente al deseo que irradiaban sus ojos.

Fue magnífico, increíble, alucinante.

Ver el deseo reflejado en su mirada, el anhelo y necesidad que transmitían sus palabras, sentir esa parte de su cuerpo tan dispuesta golpear mi centro me trasladó a un universo alterno. Me vi fuera de este mundo, entre la oscuridad y éxtasis que te induce el deseo. Me vi una vez más presa de mis emociones, mis sentimientos me llevaron a buscar más, sentir una vez más eso que me hizo levitar mientras me tocaba en mi habitación.

¡Por Dios!

Es obvio que Christopher y su destreza sexual tienen un poder dominante sobre mí. Mi realidad inexperta me está llevando en picada a ofrecerme sin reparo, solo pensando en lo delicioso que se sienten sus caricias, sus besos. Disfrutando el poder que ejerzo en su hombría.

Abro los ojos sin prestarle atención a la vista del pasar de la ciudad que deja el avance del auto. Despertar ha supuesto un reto, recordar cada segundo es una real tortura. No tanto por el hecho de mi disposición a entregarle mi virginidad, sino también por los límites que me ha impuesto en cuanto a su cuerpo.

Me he debatido cada segundo, mientras ordenaba a Isis y Anais, quienes fueron un total caos toda la noche haciendo que su despertar fuera enérgico, si su actitud corresponde a alguien que fue sometido a violencia física y mental en su niñez, o hay algo más. La forma veloz en que se alejó, como su cuerpo parecía estar en guardia para pelear, dejó pensamientos para nada agradables, dudas que no puedo aclarar por tratarse de un tema sumamente delicado al que se cierra fácilmente.

Le prometí no escarbar en su pasado, en sus asuntos. Ser entrometida no es algo que me identifique, pero me inquieta tanto su pasado, sé que hay más, guarda la parte escabrosa de ese tiempo aterrador que lo hace vivir su propio infierno personal y el que deduzco, lo llevó a entrar a ese repugnante mundo de dolor aberrante y placer ficticio.

Suspiro profundo para controlar la tensión que me ha cubierto de manera repentina. Son temas como estos, situaciones traumáticas y hechos tan complejos que afectan a mi familia, lo que siempre me detuvo de especializarme en psicología. La idea de analizar mi familia y descubrir que todo está peor de lo que hasta ahora es visible, es muy doloroso. Y no solo eso, ahora llevo en mi pecho a un hombre con un gran y aterrador pasado que podría cambiar muchas cosas, toda esa esperanza y deseo de vivir una relación normal y estable.

¿Qué le hicieron?

Es obvio que las marcas son prueba de la vil y repugnante hazaña de esas mujeres contra su cuerpo, pero... ¿fue solo eso? ¿Solo golpes, insultos y gritos?

Niego leve para borrar esos pensamientos de mi cabeza. No quiero empeñarme en buscar respuestas erróneas, crearme temores innecesarios sobre hechos con los que no podría lidiar física y mentalmente.

Desvío la cabeza hacia el interior del auto, donde Anastasia habla por teléfono con personal de la editorial Grey. Desde su regreso se ha dedicado a su familia, pero también a su trabajo, a pesar de pasar la mayor parte del tiempo en casa por petición de Christian, quien decidió retirarse y cederle la presidencia de su empresa a Ted, pero bajo la supervisión y apoyo de su tío Max.

Christopher Grey #5 (Saga sombras, Grey)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora