Capítulo 18 || ¿Asustada?

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Detengo el auto nuevamente en la propiedad Grey. Inhalo profundamente en medio de la oscuridad que me brinda el auto y la noche libre de nubes.

—Solo... sé tú misma. La misma, Liss. Ignora el resto —me aliento una y otra vez, cuando abro el auto y le entrego la llave al personal que se encargará de estacionarlo entre los tantos autos de invitados.

El ruido de la música resuena por todo el lugar. Entro cuando una de las sirvientas abre, dentro hay personas reunidas por diferentes lugares del salón, meseros distribuyendo copas y muchas saliendo por el pasillo que da al jardín, ya que el acceso a la cocina está cerrado.

Los nervios no se han hecho esperar, van en ascenso a medida que reduzco el recorrido sin dar con el causante de mi estado alterado interno. Por más que intento controlarlo, es imposible. Me siento como si mis zapatos de tacón fueran a dejarme caer en cualquier momento por el temblor de mis piernas.

Nunca me había sentido así. Bueno sí, las veces que he estado frente al idiota novio impuesto por mamás para sus conveniencias sociales, al cual en un arranque de valor producto de la llegada de Damon, lo mandé al diablo.

Fue tedioso soportar su toque, su acercamiento, su simple presencia. Su voz me resultaba tan áspera y molesta, que evitada por todos los medios verlo. Siempre fingía sentirme mal, hecho que mamá no cuestionaba, pues papá siempre estuvo de mi parte y su palabra no aplicaba a replica.

Una vez entro al jardín, donde se ha colocado una carpa, la voz de la cantante invitada resuena por todo el lugar junto con su banda. Todo el lugar se ve diferente. No parece el amplio jardín donde comparten todos los domingos al aire libre. Y lo más sorprendente, es la rapidez con que todo ha sido decorado. Han pasado pocas horas que en todo este lugar hubo inflables, mesas con dulces, niños corriendo por todo el lugar, una decoración infantil de princesas, ahora está cerrado, con mesas para cada invitado, una pista de baile, en la otra punta una mesa de bocadillos y un gigantesco dulce el cual deduzco lleva chocolate en su interior, puesto que los hermanitos Grey son unos amantes del chocolate.

Que gracioso me ha resultado eso. Phoebe ama la Nutella, Ferrero la nombraría su cliente estrella, si viviera. Ted los Brownies, el creador de esa receta hace dinero con él. Damon no tiene un gusto favorito, pero ahora comparte la Nutella con su mujer, y Christopher... él lo he visto discutir con Mel y mi hermana por las donas rellenas de chocolate y el muy conocido dulce de tres leches.

Que dulces suena todo, pero todos son portadores de un carácter endemoniado y humor de perros cuando se lo proponen.

—¡Wow! —me giro abruptamente cuando escucho la voz de Ava. Quedo completamente sorprendida al verla con un vestido negro ajustado a su cuerpo y un escote tan... revelador. Es imposible no mirarla, puesto que sus pechos son cubiertos por un trozo de tela que a duras penas cubre sus pezones—. Si fuera hombre, te aseguro que te secuestro para follarte hasta que quedes sin aliento.

Abro los ojos como platos avergonzada por su común lenguaje explícito, mientras ella se carcajea con fuerza al ver mi rostro que de seguro está completamente rojo y las luces de colores no lo ocultan.

Miro a la mujer que está junto a ella. Sophie se ven tan hermosa y sensual como su amiga. Ambas son la viva imagen de modelos de revista, pero pornográfica.

—Tan bella —se burla Sophie—. No te preocupes, ahora la llaman romeo.

Río por su comparativa.

—Vamos —dice Ava observándome de arriba hacia abajo con esa mirada fija, insinuante que se gasta. Tan penetrante que te intimida y me queda claro que no es herencia, todos han adoptado esa mirada que sin duda nace de Christian Grey—, siempre he dicho que las calladitas son las que ocultan más. Mírate.

Christopher Grey #5 (Saga sombras, Grey)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora