Un mes.
Ha pasado un mes desde la última vez que estuve con Liss. Un mes desde el último beso, caricia o entrega. Un mes sin sentir la suavidad de su piel, el aroma de su cabello, o el calor de sus labios unidos a los míos.
Aunque parezca increíble para mí mismo, la extraño demasiado.
Desde mi regreso hemos hablamos poco. Siempre está ocupada o agotada por el exceso de tareas. A cada llamada está sumida en lectura y escritura, totalmente distraída a mis palabras, que al final termino dejándola hacer lo que hace. Otras veces simplemente me observa y en sus ojos puedo ver el cansancio. Es tan difícil todo esto.
A pesar de ello no me molesta el hecho de saber que se debe a sus estudios, puedo ver que ella también se siente igual, ansiosa por un encuentro que no he podido concretar por trabajo y eso me consuela en gran medida, pero aun así la extraño demasiado.
Un mes.
Un mes de noviazgo que en estas circunstancias se siente como una eternidad y me preocupa, por más comprensivo que busque ser, siento el vacío en nuestra relación, siento que.... Algo, o nuestro propio sentir, podría cambiar por la distancia, interponerse entre nosotros y me aterra.
En este momento el tiempo y la distancia son mi peor enemigo y mayor tortura.
Observo el aparato por décima vez enojado. La he llamado alrededor de veinte veces y no contesta. Se que esta furiosa por este viaje de trabajo a california con Melissa, pero debe comprender que todo se relaciona a eso, trabajo.
Sabía que se pondría furiosa. Sus celos no han disminuido en este corto tiempo, al contrario, han aumentado. Cada día me recuerda la belleza de mi secretaria como si fuese algo de importancia que debo recordar y no es así. Melissa no me interesa en el ámbito sexual. Quizás hubo algo hacia ella al principio, pero quedo en eso, pensamientos que se esfumaron con su llegada.
He mantenido mi distancia de Melissa y toda mujer como siempre. Me he centrado en trabajo para sobrellevar su ausencia, pero no podía simplemente prescindir de un viaje de negocios sin ella. Melissa es la secretaria de presidencia, es tan eficiente y atenta en su trabajo, que sin dudar la escogí para este viaje. Esta reunión es muy importante, Romina terminaría siendo un caos y no podía permitirlo, no ahora que todo el peso de la empresa recae en mí.
Por más que le demostré con pruebas, que no me interesa Melissa, ella insiste en que la podría traicionar y no la culpo, sé por experiencia propia como son los celos, sé lo que te hacen creer y no puedo hacer nada para cambiar su pensar, más allá de afirmarle a cada segundo que la extraño, mirarla a los ojos a través de una maldita pantalla y asegurarle que solo me interesa ella, ninguna otra mujer tiene mi atención.
Dejo caer mi cuerpo en la cama y suspiro profundamente. Miro a mi izquierda donde está el reloj de mesa del hotel que marca las nueve de la mañana.
Se supone que ya ha llegado. Hoy estaría de vuelta a Seattle para recibir su hermana a su salida y la fiesta de cumpleaños de Isis el fin de semana. Le propuse pasar por ella, pero su mensaje fue claro:
"Si vienes con la mustia de tu secretaria, olvídalo, prefiero un vuelo comercial"
En ese momento solo sonreí, creyendo que se trataba de un arranque de celos sin mucha importancia, pero me equivoqué.
La jodida castaña tomó un vuelo comercial de regreso en horas de la madrugada.
Ahora estoy aquí, como un idiota esperando que Lucas me informe de nuestra salida, ansioso por verla después de tanto tiempo.
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Christopher Grey #5 (Saga sombras, Grey)
FanfictionTercer libro de los hermanos Grey en La Sombra de mi Ángel.