La Batalla 2

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Naél

Tres lobos de gran tamaño, se acercaban a mí a pasos lentos, con agresividad , en posición de ataque... Pude prever, mientras intentaba adaptar mi borrosa visión, que esos lobos eran alfas, por la autoridad de su esencia.

Una imagen llegando a mi cabeza, distorsionaba la visión autoritaria de aquellos lobos...

¿Que pasa no te gusta? _ Escuché la voz de Valeria, mientras posaba atrevidamente en ropa interior, ante los ojos de Marck.

La rabia comenzó a recorrer mis venas, pude sentir como mis ojos se iluminaban por ese rojo encendido que tanto conocía, mientras observaba como la otra cara de Valeria salía de nuevo a la luz.

*Marck. Juro que como te aproveches de ella... *_ Fue lo último que dije antes de perder el control,como tantas veces.

Cerré mis puños con fuerza, sintiendo mis venas sobresalir sobre mi endurecida carne.
Un grito bestial, lleno de ira, resonó por todo el reino... Consiguiendo que mis padres dejarán de pelar para observarme perder el control, convirtiendose en presas fáciles para aquellos contra los que luchaban.

Uno de los alfas saltó, asomando su carnívora dentadura, pero mis manos rápidas lo apresaron en el aire, antes de lanzarlo contra el resto de los alfas con  brutalidad y fuerza.

Me sentía lleno de adrenalina, como en aquellos tiempos en los que no luchaba por contener mis impulsos.

Uno de los lobos quedó inconsciente, pero los otros dos se levantaron y volvieron a la carga.

Fui rápido con el primer lobo, y sosteniendo su mandíbula golpee su cuerpo contra el suelo.
Sin liberarle de mi agarre, mi mano se deslizó hasta su cuello, impidiendo su respiración.
El siguiente lobo se lanzó hacia mi espalda, pero sin mirarle le apresé también...
Pude notar la preocupación del resto de los híbridos mientras golpeaba al segundo lobo contra uno de los muros.

El lobo que yacía preso de mi agarre, solo fue liberado cuando éste quedó inconsciente. Aunque la verdad, tuve que hacer un gran esfuerzo para cumplir la promesa que mi padre le hizo a Greta de no matar a ninguno de los lobos...

00:00

La luna llena brilló con toda la intensidad en el oscuro cielo nocturno.
Tanto lobos como híbridos se fortalecieron ante su brillo. Todos menos yo. Quien sentía prácticamente todo el dolor que sentía Valeria en esos momentos.

Caí de rodillas, entre gritos de dolor hasta caer inconsciente.

_Hijooo!!! _ Escuché a mi madre gritar con preocupación antes de perder el conocimiento de todo.

Su imagen siendo atacada por un lobo fue lo último que vi. Al igual que mi padre, quien iba perdiendo contra el gran alfa por prestarme atención a mí..

_Naél _ Naél  La hermosa voz de Valeria era lo único que podía oír en mi inconsciencia.Cómo si fuera el silbido del viento colándose en mis oídos.

_Naél, levanta. Te necesitan _ Su voz me animaba en lo que creía que era una alucinación.
Pude ver, en medio del camino, una hermosa loba blanca, correr,  chocando sus peludas patas con la tierra del pavimento. Podía sentir toda su pureza y su poder.
Atrás de ella un lobo marrón la seguía, con el mismo ritmo por llegar hasta el reino.

_Levanta _

Abrí los ojos, encontrándome con una dificil situación.
Los híbridos estaban más preocupados por mí, que por pelear.. Estaban desconcertados y eso era una gran ventaja para los lobos.

Intenté reincorporarme, con dolor en todo mi cuerpo y casi sin fuerzas, así que caí de rodillas de nuevo.

Esa debilidad hizo alentar a uno de los lobos alfas para atacarme.
Lo tenía muy fácil para vencerme.

Mi cuerpo no respondía, mientras veía con claridad como la amanaza se acercaba... Y cuando creí que mi fin sería ese, una potente loba blanca se abalanzó sobre el animal,impidiendo su ataque, clavando su dentadura en su cuello, y tras varios forcejeos lanzó su cuerpo inconsciente contra el frío y duro suelo.

Quedé impresionado ante lo que mis ojos veían en esos momentos.
La hermosa loba de brillante pelaje y ojos que ahora mismo lucían intensamente azules como el mar, transmitiendome calma a través de ellos, me miraba cariñosamente.

_¿Valeria? _ Pude preguntar mientras recuperaba el aliento.

Ronroneos salían de su boca, mientras acariciaba con su peludo ocico mi rostro.
Sonreí, aún de rodillas, acariciando su suave pelaje.

Ella se alejó varias zancadas, y bajando sus patas y su ocico me saludaba con nobleza... Fue el mismo saludo de paz que hizo Marck cuando me conoció.
Había aprendido los modales de los lobos antes que yo, pensé...

Marck

Llegué al reino junto a la loba Valeria, quien sin pensarlo defendió a Naél del ataque de un alfa.
Mientras Naél recobraba la cordura, y se reponía de la sorpresa, yo corrí directamente atacando al lobo que apresaba a Gloria.
Mordí su cogote alejandole de Gloria, quien había resultado herida pero nada grave más que unas cuantas heridas superficiales.

A su vez, Pitter, que se encontraba en el suelo con el alfa con sus patas delanteras sobre él, impidiendo su movimiento, recobró la fuerza golpeando al lobo y lanzandole lejos de él, cuando comprobó que su hijo y su mujer se encontraban a salvo .

Naél junto a  Valeria, y Gloria junto a Pitter, luchaban unidos, fortalecidos contra todo lobo que se interponía en sus caminos..

Me alegré de verlos, aunque también sentí algo de lástima, al saber que esa unión fortalecedora, yo nunca la tendría....

En esos momentos, mi mirada se dirigió por encima de las colinas, y pude ver la clara imagen de Jona, con otra mujer de gran parecido a Gloria, quienes observaban desde arriba la pelea.
Sólo observé sus figuras durante unos segundos antes de que desaparecieran, pero pude sentir todo el odio hacia mí, en la mirada de Jona...
Fue como un puñal en mi corazón, creía que con el tiempo dejaría de doler, pero nunca fue así, solo aprendí a vivir con él...

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