¿Que eres?

Leo Y Esther

Leo

_Leo, tú serás el líder de las manadas _ Me dijo el rey vampiro con su tosca seriedad de siempre.

_¿Yo? _Pregunté desconfiado _ Hay lobos con mucha más experiencia que yo _ Me excusé

_No hay nadie mejor que tú _ Me animó con autoridad _ Tienes la misma rabia y oscuridad en tu interior que yo...

Asentí, sin añadir nada más...

_Reunelos a todos _ Ordenó _ Una vampiro y un lobo se han escapado. Tienes que organizar una búsqueda inmediata. No permitiré que sigan reproduciendo Híbridos.

_Está hecho... ¿Que quieres que hagamos cuando les encontremos? _ Pregunté

_Acabar con ellos! _ Ordenó sin una pizca de remordimiento.

_hecho... _ Dije con la misma frialdad que él.

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Le daba órdenes a mi ejército lobuno, sobre la búsqueda de los dos fujitivos, cuando sentí una mirada extraña en Sara, una miembro de mi manada, incluso antes de unirnos a los vampiros y formar una sola manada unida, en contra de los híbridos.

_¿! Pasa algo, Sara!?!! _ Grité

Ella me miró sorprendida _No Leo, no pasa nada _ Dijo cabizjaba ante mi reacción en contra de ella...

La había visto crecer, era casi como mi hermana. La había protegido en infinidad de veces. Y ahora, la hablaba cruelmente.

No malinterpreteís mis palabras, no me sentía mal por ello. Solo era un hecho.

_No me llames Leo _ Alcé mi voz acercándome a ella _ Soy el Alfa de las manadas _ Dije con autoridad.

_Si alfa _ Dijo con más enfado que sumisión.

_¿Seguro? _ La reté mientras el resto de la manada nos observaba atentamente.

_Si, alfa _ Alzó su voz ella también mirando al frente, como un soldado frente a su capitán.

_¿No tienes nada que contarnos? _ La pregunté en voz neutra.

_No alfa! _ Repitió de la misma forma.

_¿Seguro?! _ Volví a preguntar.

Pero esta vez ella no respondió, siguió mirando al frente, esperando una aclaración.

_He oído que vieron salir a la vampira de tus aposentos el día que desapareció con el lobo _ La acusé.

_¿Es cierto?!? _ Volví a alzar mi voz, amenazandola con ella.

_ Solo quiso pedirme perdón _ Dijo después de meditar unos segundos _ Ella me gritó unos días antes, y solo vino a disculparse...

_¿Solo eso?!? _ Pregunté

_Si, alfa! _ Seguía sin mirarme

Me acerqué lentamente a ella, y acerqué mi boca a su oído.

_No te estaría alentando para que siguieras revolcandote con tu vampirito _ La susurré.

Ella quedó paralizada, sin responder, aún sin sentir sus emociones, pude presentir lo conmocionada que se sentía.

_ ¿Seguro que no te contó de sus intenciones de huir? _ Pregunté alejándome de ella, y alzando mi voz de nuevo.

_No, alfa!! _ Repitió, pero esta vez parecía decepcionada y enfadada.