Nueva Familia

134 20 0
                                    

Patricia

Llevemos a Bryan a su habitación, lo acostemos en su cama, y a los pocos segundos quedó dormido en un profundo sueño.

Parecía totalmente sedado...

Como pude, limpié la sangre de sus manos y labios, le quité la camiseta de hospital que llevaba, y le dejé dormir mientras yo le observaba.

Podía sentir todo su dolor, ver sus pesadillas como si las viera en una visión...

Se sentía traicionado, herido, decepcionado con su propia madre...

Lágrimas caían de mis ojos, al sentir todo lo que había sentido él, encerrado con aquellos extraños que le trataron como un animal.

Sentí su miedo, su soledad... Su incertidumbre...

Sentí sus miradas hacia él, como si fuera un bicho raro... Un ser inferior, como si fuera un monstruo...

Su cuerpo sudaba en sueños, mientras soltaba pequeños quejidos de súplica.

_No mamá, por favor _ Decía

Intenté despertarle pero era inútil, estaba totalmente sumergido en sus pesadillas...

_______

_____

Valeria

Me sentía extraña. Sudores fríos empapaban mi cuerpo, en medio de mis sueños.

Como flashes llegaban a mí imágenes desconocidas, pero que me llenaban de intensos sentimientos.

Unos ojos profundamente azules se colaban en mi retina, eran como imanes para mí atención, que me tenían totalmente absorbida.

Unos cabellos rubios, ondulados, como rizos de oro, volaban al son del viento en mis visiones.

Sentí que corría detrás de aquella niña, mientras que con cada paso iba creciendo. Iba cambiando, mientras yo la perseguía en medio de un gran paisaje de hierbas verdes.

No paró, hasta que se transformó totalmente en adulta.. Cuando se dió la vuelta, pude ver la hermosura de toda una mujer. Me tenía enloquecida. Era como si mi corazón palpitara solo por esa sonrisa que ahora mismo me regalaba.

Sus ojos azules se achicaban al son de su sonrisa, eso le hacía parecer aún más hermosa.

Escuché una risa, parecía melodia que se iba alejando de mí, chocando contra el viento y volviendo a mis oídos con un eco glorioso.

Me sentía llena, plena... Eran los mismos sentimientos que Naél causaba en mí, esa sensación de felicidad extrema. Esa paz interior, y a la vez ese terremoto que alteraba mis sentidos.

Me sentí flotar cuando aquella muchacha rozó su mano con la mía. Y por primera vez, escuché mi risa, a pesar de haber estado sonriendo todo el tiempo. Como si la sonrisa se me escapara de mis labios solo con mirarla.
Lo más extraño de oírme reír, es que no era mi voz.. Sino la de un varón...

Y cuando desperté, aún llena de esos extraños sentimientos, pude entender que esos sentidos sensibles que se agudizaban con la imagen de aquella mujer, no eran míos... Eran otra visión, otra imagen del futuro que el pequeño Naél me regalaba desde mi vientre..

Sonreí, aún quedaba mucho tiempo para que Naél fuera todo un hombre... Pero me sentí feliz, de saber que encontrará a la persona que le haga sentir bien.

Bajé las escaleras, encontrándome con Naél hablando con Pitter.

_Tenías que haberme avisado _  Decía Naél cabreado

¿Que eres? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora