Aviso De Guerra

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Semanas después...

_ No pensé que querrías verme _ Dijo un padre esperanzado.

Sonrió con malicia _Soy un hombre de honor _ Habló frío el hijo.

Pitter intentó acercarse a su hijo, no soportaba esta lejanía.
Pero un muro invisible le impedía el paso.

_Sólo vengo a avisarte _ la voz alzada de Naél traspasaba la barrera invisible que les separaba _ Llega el comienzo de la guerra _ Dijo con autoridad.

Pitter bajó su mirada derrotada durante unos segundos.

_Hijo despierta. Tienes que despertar de esa ensoñación. _ Suplicaba.

_Sólo e venido a advertirte. No me gusta pillar desprevenido al enemigo. Me gustan las batallas limpias _ Decía con orgullo.

_¿Vas a luchar contra tus propios padres?!?! _ Alzó su voz herido.

_Yo no tengo padres _ Dijo Naél tranquilo, acercándose a la invisible barrera que les separaba. _Murieron cuando era un niño _ Susurró sin enojo alguno en su voz. Todo en él era maldad y prepotencia.

El corazón herido de Pitter gritaba en su interior.

_¿Y Valeria?, ¿Que pasa con Valeria?, ¿Vas a dejar que la maten? _ Alzó su voz de nuevo.

Naél endureció su rostro, pero no dió muestra alguna de reflexión.

_Valeria será historia en poco tiempo _ Una malvada y femenina voz resonó en el lugar, a la vez que el sonido de sus tacones chocando con las piedras de la tierra, se acercaba.

Una prepotente sonrisa salió del rostro de Jona cuando llegó hasta Naél, cogiendo de su brazo, dando un mensaje posesivo de victoria con esa acción.

Naél sonrió con soberbia.

_Vámonos, aquí ya no queda nada que hacer _Dijo Naél, dándose la vuelta junto a Jona.

_¿Y a Melyssa??, ¿Vas a dejar que maten a tu hermana?!?! _ Gritó desesperado Pitter, interrumpiendo los pasos de los híbridos con su enojada voz.

Naél cerró los ojos, y su puño a la vez, con impotencia...

_Vamos _ Le susurró Jona, con miedo de ver arrepiento en su amante . Pero no lo hubo, éste continuó su camino como si no hubiera oído nada...

__________

_¿Que tal? _ Preguntó Estefan cuando su amigo llegó al reino.

_Ese no es mi hijo _ Dijo Pitter frustrado, mientras golpeaba la mesa de su escritorio, y tapaba su rostro con sus manos...

_Tranquilo _ Intentó animar Estefan _ Buscaremos la forma de que vuelva _ Dijo.

_ No _ Se reincorporó Pitter _  Tenemos que reunir a los nuestros...

_______

Valeria

_Ooh... Lo siento _ Dije tras entrar en el cuarto de Adam y encontrarlo sin camiseta _ la puerta estaba abierta _ me justifiqué.

_ Tranquila _  Dijo sonriendo.

Mi corazón comenzó a palpitar cuando dio un paso hacia mí, observandome con sus intensos ojos azules. Por un momento, pude ver las crecientes olas del mar  a través de ellos. Transmitiendome toda su calma y calidez.

_So...solo quería saludarte _ Dije nerviosa.
Una brillante sonrisa se abrió paso entre sus blancas mejillas.

_¿Porqué estás tan nerviosa? _ Me preguntó dando un paso más hacia mí.

Su reciente cercanía me impidió contestar paralizada por la tensión del momento.

_Tranquila no muerdo _ Dijo con burla.
Se acercó lentamente a mí, por segundos creí que sus labios chocarían con los míos, pero no fue así, su boca se desvió hacia mi oído _ o tal vez, si _ Susurró, consiguiendo que un escalofrío recorriera mi cuerpo.

________

Clemen

Esperaba a Valeria a las puertas de la mansión para ir juntas a clase. Miré mi reloj varias veces, si no aparecía ya, llegaríamos tarde...

_Valeria!!!, ¿bajas ya?? _ Pregunté entrando en la mansión, y gritando desde abajo de las escaleras.

_Ya bajo!!! _ La oí.

A los segundos apareció y para mi desdicha, Adam la acompañaba...

Sus intensos ojos azules se posaron en mí, consiguiendo que mi corazón se desbocara, y mi estómago sintiera esos extraños sentimientos, que solo siento cuando le tengo cerca.

Como si quisiera torturarme, besó la mejilla de Valeria con lentitud, mientras su mirada se desviaba hacia mí, observando mi reacción.

_Hasta luego, princesa _ Le dijo.

Podía sentir su maldad a kilómetros. Él no estaba interesado en Valeria, quien ahora tenía sus mejillas rojas de la vergüenza , solo la estaba utilizando...

_¿Nos vamos? _ Dije incómoda.

_Si, claro...

Recuerdo pasado..

Caminaba por el pasillo de la mansión, sintiendo una especie de atracción que me llamaba, y un intenso olor que se colaba por mis fosas nasales.

Como cegada, me dirigía hacia aquello que me hechizaba .
A pocos pasos después, una figura apreció ante mí. Su rostro era de duda y desconcierto.

Hipnotizada por su belleza híbrida y sus hermosos ojos azules, no podía dejar de mirarle y mucho menos de mediar palabra.

Iba con su torso desnudo, y descalzo,  unos pantalones vaqueros era lo único que cubría su desnudez.

Cuando me quise dar cuenta, sus labios chocaron contra los míos con brutalidad y necesitad.
Pude sentir como nuestras pupilas dejaban de ser de nuestro color natural para teñirse de un rojo lujuria.

Acarició mi cuerpo con agresividad. Mordió cada parte de mí.

Se obligó a parar varias veces, pero quedó en intentos inútiles.

Me llevó hasta su habitación, besando cada centímetro de mi cuello desnudo.
Me arrancaba pequeños gemidos con el tacto de sus labios.
Y yo sólo me dejaba llevar por la melodiosa sinfonía que cantaba la luna en mis oídos, a través de su cuerpo junto al mío.

La noche fue larga, pero para mí fueron segundos. El tiempo iba en contra y su cuerpo guardaba secretos que ansiaba conocer.

Me hizo suya, sin delicadeza y sin pedir permiso. Tampoco le hizo falta, estaba totalmente entregada a él...

_Vístete _ Dijo neutro, sin mirarme, mientras se colocaba los botones de su camisa.

_¿Como? _ Dije dolida.

_Lo siento, pero no puedo darte lo que tú quieres _ Rompió mi corazón en mil pedazos.

_¿Que... Pero tú eres mi...

_Lo sé _  Dijo girandose, y mirando directamente mis ojos _ lo siento, pero no e venido a ésto...

_Has venido por Valeria, ¿verdad? _ Pregunté convencida.

_Es mejor que no sepas nada _ Dijo con cariño antes de besar mis labios.

_No dejaré que le hagas daño _ Amenacé.

Él solo sonrió con prepotencia y acercó su rostro a mi oído.

_Lo siento cariño, pero  tu amiga, tiene los días contados. _ Susurró antes de desaparecer y dejarme ahí, con el corazón encogido por culpa de su amenaza.



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