Capítulo 12

2.7K 239 6
                                    

Creí que la jodida sesión con Flynn ayudaría en algo, pero creo que ni siquiera le dimos la oportunidad al pobre viejo. Si ella es la que tiene problemas, ¿A qué mierdas tengo que ir yo?

— ¿Señor Grey?

Aparto la vista de Ana para mirar a Andrea, que sigue sentada frente a mi en la silla. Tengo un jodido dolor de cabeza que lo único que hace es irritarme más.

— ¿Qué decías?

— Que Recursos Humanos está recibiendo currículos y cerró la convocatoria para comenzar a filtrar los mejores.

— Entiendo.

— También, que el próximo mes es la recaudación de fondos de los Kavanagh y han enviado una invitación para usted.

— Mierda... ¿La gala de Eamon Kavanagh?

— Si, señor.

— Ponla en la agenda, aunque no es una certeza que me presente.

— ¿Algo más, señor Grey?

Vuelvo mi vista a la sala, donde Ana y su nuevo tutor desde hace tres días estudian las lecciones. O por lo menos creo que lo hacen aunque no dejan de sonreírse el uno al otro.

— Pásame la programación de los exámenes finales de Ana y no programes reuniones para mí a la hora que viene el señor Larson.

Andrea presiona con fuerza sus labios para no reír y solo asiente cuando se pone de pie para volver a su escritorio.

Jodido Blake Larson.

El hombre seleccionado por Welch y Taylor para ser el tutor resultó ser un profesor sustituto de la Universidad de Seattle sin antecedentes. Firmó el acuerdo de confidencialidad esta mañana frente a mi abogado.

Y yo esperaba que el hombre fuera un pequeño calvo sobre los 50 años, no este tipo de traje elegante y jodidas sonrisitas que no deja de mirar a Ana.

— ¿Todo bien? — Pregunto cuando él se inclina hacia ella hasta tocar su hombro.

— Todo bien, señor Grey.

— ¿Cuánto tiempo le tomará a Ana estar lista?

— Con suerte — Voltea a verla de nuevo y sonríe — En dos semanas podrá presentar el primer examen.

— ¿Dos semanas? — Gruño.

Dos putas semanas viéndole la cara todos los días y ella sonriéndole como si el jodido imbécil fuera una estrella de cine.

— ¿Te molesta? — Ana me mira con las cejas arrugadas — Podemos irnos a otro lado si crees que interrumpimos tu trabajo.

— No. Ya te lo dije, estarás bajo mi vigilancia todo el jodido tiempo.

La ignoro para volver mi atención a la pantalla de la laptop, pero escucho claramente la voz de él preguntando.

— ¿Eres su hermana?

— ¡No! — Chilla ella bajito.

— ¿Su novia, entonces? ¿No te parece que es demasiado sobreprotector?

— No soy su novia...

— No fue eso lo que le dijiste a mi hermana — Le recuerdo hablando alto — ¿O prefieres que te llame “La chica a la que embaracé”?

— ¿Qué? — Dice Larson confundido — ¿Estás embarazada?

— Señor Larson, le pago para que la prepare para sus exámenes, no para que intente seducirla en mis narices — Me pongo de pie para acercarme a ellos — La clase terminó... Largo.

Señalo la puerta para que recoja sus mierdas y salga de mi oficina lo más pronto que pueda, o haré que Jason le muestre la salida.

— ¿Qué mierdas te pasa? — Me dirijo a Ana cuando nos quedamos solos — ¿Ahora quieres coger con el tutor? ¡Ese imbécil te dobla la edad!

— ¿Y qué? — Chilla — ¿Te molesta tanto que tenga la atención de un hombre atractivo?

— ¿Atención? — Sonrío con burla — ¡Solo quiere meterse en tus bragas!

— Tal vez yo quiero que lo haga — Se pone de pie para retarme.

— ¿Estás loca? ¡Apenas lo conoces!

— A ti también, y eso no te impidió embarazarme.

— Este no es un puto juego — La señalo — Y no vas a coger con ese bastardo ni con cualquier otro mientras cargues a mi hijo en tu vientre.

— ¿Según quién?

— ¡Yo! Es una maldita orden, ¿Escuchaste?

— ¡No! ¿No quieres tener sexo conmigo y no puedo tenerlo con nadie más?

— ¿Quieres hacerlo conmigo? — Sus palabras me confunden, ¿De eso se trata?

— Eres un puto genio, Grey — Se pasa las manos por el rostro con frustración.

— Podrías ser más clara en tus intensiones, no soy un jodido adivino.

No sé si nuestra sesión de gritos evaporó el estrés de mi cuerpo, pero me siento más tranquilo que hace un par de horas.

— ¿Entonces? ¿Qué piensas hacer?

— Despedir al maldito imbécil que tienes por tutor...

— Sobre eso no... Sobre nosotros.

Mierda.

¿De verdad dijo eso? Una sonrisa arrogante se estira en mis labios.

— Vámonos de aquí, no quiero que todos en el puto edificio se entere que estamos cogiendo.

Tomo el móvil del escritorio y empujo a Ana hacia el ascensor donde Prescott espera. Llama a Jason por el radio y vamos hasta el auto.

— Para en Escala — Ordeno.

Me sorprende que la chiquilla se mantenga en silencio en el corto tiempo que nos toma llegar a mi ático. Como si supieran nuestras intenciones, Taylor y Prescott se dirigen al ascensor de servicio.

— Estamos de vuelta — Dice con una risita.

— No creí que lo extrañaras.

— Yo tampoco, pero fue divertido — Voltea a verme cuando las puertas se abren — Me gustaba mucho el viejo tú.

— ¿El viejo yo?

— Si — Desliza las manos por mis hombros — Ese bastardo confiado y arrogante que obtenía lo que quería.

— Soy el mismo — Le gruño.

— No. No lo eres. Este Christian de ahora es más complaciente.

Se aleja de mi para ir a la sala, observando todo como si fuera la primera vez que está aquí.

— ¿Complaciente? Estoy seguro que eso suena como un insulto. Yo creí que estaba siendo considerado.

— Una mierda — Se ríe — No quiero que seas considerado todo el tiempo.

— Y yo quiero que seas obediente todo el jodido tiempo — Es mi turno de sonreír — Estoy seguro que encontraré algo por aquí que sirva para mi propósito.

— ¿Entonces...?

Me mira y se muerde el labio inferior con ese gesto seductor que me resulta irresistible. Mierda, ¿Será posible que ahora sí esté lista para mi cuarto de juegos?

Estiro la mano hacia ella para llevarla a mi habitación, porque iremos paso a paso hasta que pueda introducirla completamente en mi mundo.

Oscuro (Libro #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora