POV. Ana.
Miro a Luke caminar de un lado a otro pasándose las manos por el cabello con desesperación. Tengo que presionar los labios con fuerza para contener la sonrisa de satisfacción después de haber saboteado su estúpido auto vaciando mi refresco en el tanque de gasolina cuando se detuvo a las afueras de la ciudad.
El auto anduvo un par de kilómetros antes de apagarse en una carretera medianamente concurrida. Luke levantó el capó y ha intentado repararlo desde entonces. Bajo del auto con mi mejor cara de fastidio.
— ¿Qué pasó?
— No lo sé. — Patea una llanta. — El maldito cacharro no enciende.
Encojo los hombros con indiferencia.
— No podemos quedarnos en medio de la nada. ¿Volvemos a la ciudad a comprar un auto?
Luke me lanza una mirada que pretende asustarme pero nada lo hace después de vivir por meses con Christian. Pongo los ojos en blanco antes de agregar.
— Tengo dinero en mi cuenta, podemos ir al banco a retirar el dinero y comprar un auto nuevo.
— No. Nada de banco ni retirar dinero hasta que sea seguro. Ahora camina. — Señala al frente. — La siguiente ciudad está a unos pocos kilómetros.
— ¿Kilómetros? — Chillo. — ¡No debería estar haciendo esfuerzos! ¡Debería estar descansando!
— Deja de quejarte y camina. — Descansarás cuando encontremos un motel.
Gruño una maldición antes de que salga de mi boca. No quiero dormir con Luke, la sola idea de él tocándome me causa un escalofrío y rezo en mi mente porque Christian aparezca pronto. O Taylor. Incluso Prescott estaría bien.
Siempre que esté buscándome.
Y me permita explicar todo además de perdonarme por ocultárselo. No creí que Luke tuviera la verdadera intención de lastimar a Christian. ¡Qué tonta eres, Ana!
Tomo la botella de agua y mi bolso con los dulces que compré la última vez que nos detuvimos. Aún llevo las zapatillas y el vestido que usé ayer y es terriblemente incómodo.
— Necesito ropa. — Escucho a Luke caminando detrás de mí.
— Yo te veo vestida.
— Quiero pantalones, y unos tenis, un suéter tampoco me vendría mal. Necesito ropa cómoda y una ducha.
— Sigue caminando, Ana.
El sonido de un timbre me hace detenerme y girar para mirarlo buscar un móvil en su saco, un teléfono tan viejo que podría ser irrompible.
— ¿Qué? — Gruñe.
Me giro como si no me interesara su llamada, pero mi atención está puesta completamente en él.
— ¿Eso qué significa? ¿Dónde está Grey?
¿Christian? ¿Tiene a alguien vigilándolo? Dios mío, ¿Y si Teddy sigue en peligro? ¿O Christian?
— Te dije que te encargaras de él, estúpida. ¿Qué estás esperando?
Estúpida. Tiene una cómplice, como lo era la loca Camille. ¿Es ella? Creí que estaría en prisión por bastantes años.
— ¡Solo hazlo!
Termina la llamada y guarda el teléfono desechable con tanta furia que lo escucho crujir entre sus dedos. Pasa a mi lado y tira de mi antebrazo con fuerza para que camine con él.
— ¿Quién era?
— No te interesa.
— ¿Vas a deshacerte de Grey?
— ¡No es tu asunto! ¿Por qué preguntas? — Me sacude y sé que dejará una marca.
— ¡Por supuesto que no! ¡Pero si lo matas no tendré mi dinero! Y créeme, nos conviene que siga depositando dinero.
— ¿Eres tan tonta? ¿Crees que él seguirá dándote dinero ahora que tiene al niño?
— Si. Lo prometió. Estoy segura que cumplirá su palabra.
— Tienes mucha fé en él. — Entrecierra los ojos. — ¿Lo amas?
— No seas ridículo.
Me suelto de su agarre para seguir caminando, mis tacones arañados y rotos por las piedras en el camino. Si Luke tiene un arma, tendré qué quitársela para dispararle.
Pasamos un letrero con el nombre Lehi y la indicación de un hotel a varios metros más adelante. Gracias a Dios.
Nos registramos en el hotel con los pocos dólares de Luke y subimos a la habitación compartida que pidió.
— ¿Qué hora es? Tengo hambre.
— No lo sé.
— ¿Hay servicio a la habitación? Me gustaría pedir algo para ambos.
Me lanza otra de esas miradas de fastidio.
— Tengo que pedir una grúa para el auto y me quedé sin efectivo. — Se sienta en la cama para quitarse los zapatos. — toma esa ducha mientras consigo el número para que remolque mi auto.
— Aún tengo un par de dólares, pediré la comida y más tarde podría ir a un cajero por si tenemos qué quedarnos aquí más tiempo.
No lo miro, solo tomo el teléfono y presiono el botón de la recepción para que me digan si hay servicio a la habitación, necesitando desesperadamente un sándwich y una limonada.
Lo ignoro el tiempo suficiente para que él tome un baño rápido, dándole a la recepcionista el número de mi tarjeta para que haga el cargo y le pido que lo mantenga en secreto de mi esposo.
Todavía se escucha el sonido del agua corriendo y observo el saco de Luke sobre la cama, el móvil aún en el bolsillo. Me pongo de rodillas a un lado y lo tomo activando el modo silencioso antes de curiosear. Ningún número registrado pero todos con la lada de Washington.
Entro en los mensajes rápidamente donde solo un número aparece y recuerdo la llamada de hace rato. Él tiene una cómplice, ¿Pero quién?
"¿De verdad quieres llevártela?" — Pregunta el número desconocido.
"Si. Encárgate de lo que te pedí".
"¿Cómo esperas que lo haga? Su seguridad no me deja acercarme".
"No me importa cómo lo hagas. Ve a su casa en Broadview, o a su departamento en Escala".
"Podría ir a su casa, pero no sé si pueda acercarme tanto como para dispararle".
— ¡No! — Chillo bajito, cubriéndome la boca con la mano.
"Donde quieras hacerlo, solo hazlo. No quiero volver a verlo nunca. Y hazlo parecer un robo, eso sería más sencillo".
"¿Por qué no contratas a alguien con más experiencia? ¿Por qué yo?".
"Porque confío en ti, Amber".
— ¡Esa bruja! — Gruño apretando el teléfono. — ¡Quiere matar a Christian! ¡Va a lastimar a Teddy!
La llave del agua se cierra y me apresuro a cerrar la conversación, desactivando el modo silencioso y poniéndolo en el bolsillo sin parecer culpable.
Me quito los zapatos y me recargo en la ventana.
— ¿Pediste la comida?
— Si. — Me giro para mirarlo. — ¿El agua está buena? Necesito esa ducha ahora.
Paso por su lado y me encierro en el baño para que no me vea llorar. No me queda ninguna duda.
Tengo que detenerlo.
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Oscuro (Libro #2)
Fanfiction¿Qué se supone que haga ahora? ¿Qué quiere ella de mi? Porque si de algo estoy seguro, es que yo no sé qué quiero de ella. ~ • ~ La historia es mía, pero los nombres de los personajes pertenecen a EL James de su Trilogía "50 sombras de Grey". Regist...