-- No es nada, una simple torcedura ¡Achu! Y nada más -volví a sorber por mi nariz-
-- ¿Causada por qué? Por que la señorita no le hizo caso a su novio de que se estaba trabajando demasiado y hasta que te fracturaste el tobillo que ni siquiera PD nim te dejó seguir.
-- Regresemos a la agencia, una idol en un hospital con su sunbae puede traer rumores.
-- Tengo órdenes directas.
-- ¡Aah! Por favor.
-- No podemos hacer eso, debe ser tratada.
-- Concuerdo con el conductor.
-- Soobin... ¿Cuando fue que tu piel se volvió tan suave?
Mi fiebre empezaba a transtornar mis movimientos y apreté las mejillas de Soobin con mis manos antes de jalar la piel elástica de su cara.
-- Su fiebre está subiendo.
-- Ya llegamos.
Me pusieron en una camilla y en el camino perdí el conocimiento.
Soobin
-- Ella tiene varicela, no es contagioso para usted pero se me hace increíble que haya aguantado todos esos días sin quejarse. Sólo debe descansar un poco en lo que se recupera.
-- ¿Y su tobillo?
-- Una fisura leve, se reparará en su estadía aquí y unos cuantos días más. Le recomiendo que un familiar se quede a cuidarla, Soobin ssi.
-- No hay nadie... Me quedaré yo.
-- P-pero los medios.
-- Por favor transladela a una habitación VVIP, yo cubro los gastos.
-- Pero es una simple...
-- Es algo simple, lo sé. Pero no puedo dejar que se encuentre tan vulnerable a las personas en este estado, cubriré todo, pero déjeme cuidarla.
-- Está bien.
Jagi
Desperté después de un largo sueño sintiendo la presión de una mano sosteniendo la mía, miré abajo a mi derecha y Soobin dormía mientras la sostenía, tenía la misma ropa por lo que supuse que no había pasado ni 15 minutos pero al tomar mi celular habían pasado 15 horas desde que me sacaron de la agencia.
Pensé que podía contagiar a Soobin, ya que era consiente de mi enfermedad así que con todas mis fuerzas intenté retirar mi mano y después su rostro tranquilo me hizo detenerme de golpearme la cabeza por insensata.
Su flequillo corría de lado en su frente, su ceño estaba relajado, sus ojos cerrados, su nariz pequeña que se movía a veces como un verdadero conejo, mis ojos se detuvieron en esos carnosos y peculiares labios rosados y como instinto mi dedo viajó a éstos.
Estaba a menos de un centímetro cuando sus ojos se abrieron súbitamente.
-- Te pregunté si estabas bien.
-- O-oh, Soobin ¡Estoy bien, completamente bien! ¡Aaaah!
Caí de la cama por la vergüenza y mi pie punzó.
-- Auch. No te acerques.
Ignoro mis palabras y me levanto en brazos antes de sentarme en la cama.
-- ¿Esta no es la VVIP?
-- Si, no podía dejarte tan a la deriva para la gente, así que tomé una VVIP.
-- ¿Y-y llevas cuidando de mi estas 15 horas?
-- Si, ¿por?
-- Soo... -mis ojos se llenaron de lágrimas- No tenías que hacerlo, no te merezco.
-- Mereces algo mejor que yo, no es contagioso lo que tienes para mi; puedo abrazarte.
Pasaron horas mientras hablábamos y después firmamos el alta antes de que me sacara con apoyo con el pie vendado.
-- Creo que debo vivir en tu casa por un tiempo. -rió ganándose un golpe en el pecho-
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