𝙴𝚕 𝚟𝚒𝚊𝚓𝚎 𝚍𝚎 𝚂𝚑𝚒𝚣𝚞𝚗𝚎 | ᴋᴀᴋᴀꜱʜɪᴢᴜ

VII. El corazón de Shizune.

La mirada de Kakashi, se fijó en Shizune, no entendía por qué estaba ahí, frente a la tumba de su padre. 

- ¿Qué crees que haces? - preguntó al momento que bajaba del árbol en donde estaba parado. 

- Yo... escuché las noticias sobre tu papá, quise buscarte para hacerte saber que cuentas con mi apoyo, pero después recordé, y no sé dónde vives exactamente, así que decidí venir al cementerio, tal vez estarías por aquí. Y tuve suerte... - 

- No tienes por qué sentirte mal por él o por mí, murió aprendiendo su lección y yo viviré con la misma en mi mente... - 

Shizune no entendía la actitud de Kakashi, ¿acaso estaba mal que se preocupara por un compañero de la academia? 

- Sólo quiero que lo sepas, yo estaré disponible si tienes ganas de platicar sobre tu... - 

- Estoy bien - soltó con frialdad, logrando que la pelinegra se quedara callada. 

- ¿Por qué tienes que ser así con las personas que se preocupan por ti? - 

- ¿Eh? - 

- Las chicas en la academia solían ofrecerte agua cuando terminabas tus enfrentamientos y no las aceptabas, Rin siempre está pendiente de tus logros y se alegra por ellos, y tú la has ignorado, Gai te admira y aspira a superarte, pero tú no le das importancia, y Óbito, él sufre porque pertenece a un clan tan importante como el Uchiha y hay un chico que lo supera por mucho, aunque no lo admita, también eres su rival... Y ahora yo, me preocupo por ti, al saber de la muerte de tu padre y me haces pensar que eso está mal - 

Shizune apretaba con fuerzas sus manos, mientras las lágrimas casi salían de sus ojos, no lograba entender a Kakashi, al parecer nunca lo haría. 

- No tienen por qué hacer esas cosas por mí, sólo ignorenme y traten conmigo como si fuera cualquier persona - respondió nuevamente con ese tono engreído. 

La niña estaba al borde de su paciencia, así que terminó dejando los narcisos sobre la lápida y caminó furiosa a la salida. 

- Oi, Shizune... - le llamó, ella se dio la vuelta. 

- ¿Qué? - 

- Llévate los narcisos - le dijo.

- Se los he regalado a tu padre, no ha ti - sentenció y siguió su camino, Kakashi no podía evitar observarla, otra vez había dejado pensamientos volando por su cabeza:

 "Rin siempre está pendiente de tus logros y se alegra por ellos, y tú la has ignorado."

"Gai te admira y aspira a superarte, pero tú no le das importancia."