𝙴𝚕 𝚟𝚒𝚊𝚓𝚎 𝚍𝚎 𝚂𝚑𝚒𝚣𝚞𝚗𝚎 | ᴋᴀᴋᴀꜱʜɪᴢᴜ

XXXXI. Reunión de ex-alumnos.

Amaneció.
La calidez del sol entró sutilmente por la ventana que llevaba a la cama donde Shizune y Kakashi dormían plácidamente.

A ella le resultaba difícil abrir los ojos, cuando lo logró, encontró el brazo del Hatake rodeando su cintura, también fue consiente del roce de ambas pieles desnudas, se sonrojó recordando lo que había sucedido la noche anterior.

Habían estado juntos toda la noche, por primera vez hicieron el amor.

Kakashi comenzó a despertar, y dijo con suavidad cerca de su oído:

- Buenos días Shizu-chan -

- Buenos días Kakashi-kun -

Él inhaló el aroma en la espalda de Shizune, y permaneció así unos segundos, temía qué su chica se arrepintiera de lo sucedido la noche anterior, él lo había disfrutado mucho, fue especial, porque fue con ella.

- ¿Te sientes bien? - preguntó en un susurro. Ella asintió con su rostro.

- Lamento que no haya sido más especial, sé que fue tu primera vez y...-

Uno de los dedos de Shizune, se posó sobre los labios del Hatake, negó con la cabeza sonriendo.

-Ni en mis sueños imaginaría algo mejor-

El peliplata dejó salir una sonrisa espontánea, internamente suspiró aliviado porque al parecer, Shizune no se arrepentía de nada.

- Ya no tienes fiebre, ¡Que alegría! -

- Me siento como nuevo - se incorporó - ¿Puedo usar tu cocina?-

- Claro, pero, ¿Para qué? -

- Prepararé el desayuno, puedes esperar si quieres - Kakashi se levantó de la cama, dejando al descubierto su espalda y todo su cuerpo desnudo.

Shizune no pudo evitar dar un vistazo, le agradaba el cuerpo de Kakashi.

Tomó la ropa que usaba la noche anterior y se la colocó, después salió de la habitación.

La Kato decidió darse una ducha, al salir buscó en su armario qué ponerse, encontró algunos vestidos que Tsunade le regalaba de vez en cuando y que nunca usaba, y, por esa ocasión, terminó por elegir uno de color rosa pálido, cepilló su cabello y puso un poco de esencia de lavanda sobre su cuello.

• • •

- Huele delicioso - exclamó al entrar al comedor.

Había panqueques y té, sobre la mesa, el aroma a vainilla se mezclaba con la ventosa mañana.

- Estás muy linda -

- Eh, Gracias - se puso el cabello detrás de la oreja, - esto me recuerda a la primera vez que cocinaste para mí, en mi cumpleaños -

- Pareciera que no ha pasado mucho tiempo, en esa ocasión tuve algunos problemas para comprar tu regalo, entonces le pedí ayuda a Rin - su voz sonaba nostálgica.

- y Óbito me pidió ayuda a mí para el regalo de Rin-chan -

Ambos se quedaron en silencio.