XXXVII. Te invito a cenar.

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- Y ustedes... ¿Ya lo hicieron? -

Asuma y Kakashi conversaban tranquilamente, recostados debajo de los árboles.

- No, ella y yo no hemos pasado de besos y algunos abrazos - respondió vagamente.

- Es que no pasan mucho tiempo juntos cómo deberían -

- Ella siempre está ocupada -

- entonces crea una oportunidad- finalizó el Sarutobi - no es que tener sexo sea lo principal en una relación, pero sin duda aumenta la confianza, es el primer paso para despues invitarla a vivir contigo - 

- Hablas como todo un experto - mencionó riendo.

- Sólo te comparto mi experiencia, dudo que Shizune comente de esto con otras chicas, es muy reservada -

- Um, tienes razón -

Asuma se levantó del césped despidiéndose de Kakashi, y lo dejó solo con sus pensamientos.

"El tiene razón, hace casi una semana que no la veo, supongo que también es mi culpa por no buscarla, si voy por ella a la salida del hospital, ¿Será molesto? "

"Ahhh, Shizune Kato, necesito verte aunque sea sólo un segundo "

(...)

Shizune había estado ocupada los últimos días  en el hospital, supervisando la creación de nuevos medicamentos, culminaba sus actividades tan cansada, que solo iba a casa a cenar y dormir.

"En cuanto salga de aquí me daré un largo baño con agua tibia, es justo lo que necesito" - se decía.

Volvió a su consultorio y recogió sus cosas, entonces miró hacia la ventana percatándose de que algo no andaba bien.

Lluvia, ¿Ahora? ¡Justo cuando no traje un paraguas! - se lamentó.

Y no era su culpa, en la mañana que dejó su casa el cielo lucía completamente despejado.

Respiró profundamente, mentalizandose: "terminaré como un desastre gracias a esa lluvia, pero llegaré a casa y me daré ese baño que tanto deseo".

¡Bien!

Caminó hasta la salida del hospital.

- A ti también te tomó por sorpresa la lluvia, ¿Eh? - Hatake Kakashi se encontraba reclinado cerca de un techo para evitar mojarse.

- Kakashi-kun - su rostro se iluminó al verlo. - ¡Tampoco tienes un paraguas!-

Kakashi sonrió.

- ¿Estás bien? ¿Te sucedió algo?-

- Vine a recoger a mi novia al trabajo, para invitarla a cenar esta noche; honestamente, no contaba con la lluvia, aunque si aceptas puedo cocinar algo para los dos -

Esa invitación le llegó como un regalo del cielo, pues se sentía tan cansada que no deseaba mover un solo dedo en la cocina.

𝙴𝚕 𝚟𝚒𝚊𝚓𝚎 𝚍𝚎 𝚂𝚑𝚒𝚣𝚞𝚗𝚎 | ᴋᴀᴋᴀꜱʜɪᴢᴜDonde viven las historias. Descúbrelo ahora