LXXXI. Familiares

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Agosto
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“El vestido de bodas”

Cuando Shizune era una niña, nunca se detuvo a pensar en su boda, estaba demasiado ocupada en aprender ninjutsu médico y cuidar de su maestra.

Incluso al ser adolescente jamás fantaseó con “el gran día”, tampoco pensó en casarse cuando supo que esperaba a Shizuka.

Se conformaba con estar junto a Kakashi Hatake el resto de su vida, siempre supo que él sería un gran shinobi, desde el instante en que le vio lanzar sus shuriken ensartandolos todos en el tronco.

Más nunca imaginó que sería hokage con ella como su asistente, mucho menos que se comprometerían para casarse y tendría que elegir un vestido elegante para la recepción de la boda, ya que en la ceremonia vestirían los típicos trajes japoneses.

El sábado por la mañana se dio cita con Kurenai, Ayame, Shizuka y Anko, estas últimas cargaban con una pequeña barriga de tres meses, algo que la Mitarashi particularmente, usaba como excusa para comer dangos todo el tiempo.

Las chicas llegaron a la casa de novias, a decir verdad, no era algo usual en Konoha, así que habían pocos vestidos, pero muy buen té.

— Puede probarse algunos modelos, así elige el atuendo que la haga sentir cómoda para que nosotros diseñemos su vestido ideal.

— De acuerdo, no tengo claro cual me quedaría bien.

— Prueba este, espalda descubierta, ajustado en las caderas y ocultara tu falta de pechos — sugurio Anko.

Shizune asintió no muy convencida.

Se colocó el atuendo y salió para mostrarlo a sus acompañantes.

— Te ves increíble mamá —

— No estoy segura de este diseño

— A mí me parece que te ves muy sexy, pero no luces cómoda.

Shizuka tomó otro modelo del perchero.

— Qué tal este...

— Demasiado tradicional — respondió Kurenai.

— A mí me agrada este — exclamó Ayame desde el fondo del pasillo.

Kurenai salió al rescate de la novia, intentando organizar a todas las acompañantes.

— A ver, silencio todas, Shizune, ¿Qué prefieres? Algo tradicional, discreto, moderno, sexy...

— Algo cómodo, no estoy acostumbrada a mostrar mi cuerpo en público, muchas personas van a asistir a la boda y no quiero estar incómoda.

— Mmm, esto es difícil — se quejó Anko.

— ¿Qué les parece este? —

— Gai, ¿Qué haces aquí? — voltearon todas sorprendidas.

— He venido a darles mi ayuda — afirmó con el pulgar hacia arriba.

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𝙴𝚕 𝚟𝚒𝚊𝚓𝚎 𝚍𝚎 𝚂𝚑𝚒𝚣𝚞𝚗𝚎 | ᴋᴀᴋᴀꜱʜɪᴢᴜDonde viven las historias. Descúbrelo ahora