𝙴𝚕 𝚟𝚒𝚊𝚓𝚎 𝚍𝚎 𝚂𝚑𝚒𝚣𝚞𝚗𝚎 | ᴋᴀᴋᴀꜱʜɪᴢᴜ

Epílogo

Kakashi leía por quinta vez el documento que Shikamaru le había entregado.

— Mmm... — balbuceó tocando su mentón.

— Hokage-sama, si se concentra y termina sus labores, podrá salir a ver  a su esposa cuánto antes.

El hokage suspiró y colocó su firma, guardó el pergamino y sacó uno más.

— ... además, seguro que Sakura, Shizuka o Tsunade-sama envían un mensajero en caso de que los gemelos ya vayan a nacer.

Recién terminaba de decir eso, cuando alguien llamó a la puerta de la oficina.

— Kakashi-sama, Tsunade-sama envía a decir que debe presentarse en el hospital de Konoha cuanto antes.

El hokage se levantó en seguida de su asiento y abrió el ventanal.

— Quedas a cargo de la oficina Shikamaru, cuento contigo — después de mostrar un pulgar hacia arriba, desapareció.

✿

Shizune estaba en una habitación privada, Sakura y Shizuka la atenderían.

— ¿Llegué a tiempo? — preguntó el sexto a la sanin que estaba cruzada de brazos frente a la puerta.

La voz de Shizune quejándose por el dolor lo hizo caminar aún más de prisa.

— Tranquilo, ya casi es hora, por eso salí de la habitación, necesito mentalizrme.

— Vamos Tsunade-sama, no tiene porqué ver el nacimiento, estoy seguro que Shizuka y Sakura pueden atender a Shizune.

— Quiero hacerlo, yo recibiré a uno de los bebés.

Sakura salió de la habitación con un traje quirúrgico.

— Sensei, llega en el momento adecuado, póngase esto y entre a ver a Shizune-sama, le alegrará saber que ya está aquí.

El rokudaime se colocó todo el traje que su ex alumna le había entregado, respiró hondo antes de entrar a la habitación.

Shizune estaba acostada con las manos sobre su barriga, giró su rostro para ver a su esposo y le dedicó media sonrisa.

— Hola... ¿Duele mucho? — Kakashi estaba nervioso, no sabía cómo actuar.

— Cada vez duele más, pero eso es bueno porque quiere decir que se acerca el momento.

— Aquí estoy Shizune, comparte lo que sientes conmigo...

El hokage depositó suavemente un beso sobre sus cabellos azabaches, ella le devolvió una sonrisa, después su rostro cambió a una expresión de dolor.

— Voy a revisarla de nuevo Shizune-sama — indicó Sakura.

— Ya es hora... — dijo Shizuka colocándose los guantes, salió a llamar a Tsunade.

Las dos jóvenes acomodaron a Shizune para el parto, prepararon todo lo que iban a necesitar.

— Si no llega en la siguiente contracción, llamemos a Ino — dijo Shizuka, ya que Tsunade no aparecía.