LXX. Cena con el hokage.

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El hokage y su asistente caminaron juntos por la aldea, las miradas no se hacían esperar, todas se dirigían a la pareja que caminaba despreocupadamente por las calles.

Despreocupadamente respecto a Kakashi, que de lo contento que iba, no se percataba de lo mucho que destacaban.

Pero Shizune...

Sus mejillas estaban tan rojas que cuando estuvieron frente a la puerta del departamento de Kakashi, colocó una mano sobre la frente de la pelinegra.

— ¿Tienes fiebre? Mmm, tu temperatura es normal...

— No es eso, es sólo que, ¿Se dio cuenta de que las personas nos miraban?

— Mmm creo que no — Kakashi sacó la llave su bolsillo — pero aún así, no entiendo que tiene que ver con el color de tu rostro.

Shizune no dijo nada, pues en pocos segundos el sexto comenzó a reír.

— No me digas que te pone nerviosa que los aldeanos nos vean, tienen que acostumbrarse a ver a su kage con su linda novia.

— En realidad temo que llegue a oídos de los consejeros, ellos siempre van a quejarse conmigo y a usted no dicen una sóla palabra.

Kakashi volvió a reír.

— Tienes razón, descuida, no permitiré que te hagan pasar un mal rato.

El hokage invitó a pasar a su asistente, el departamento había cambiado un poco desde la última vez que Shizune estuvo ahí.

— Siéntete como en casa por favor — le dijo mientras colocaba los bolsos en el mueble de la entrada.

— Adquirió nuevos muebles...

— Oh, sí, digamos que recibí un aumento de antiguo salario de jounin, nunca pensé que ser hokage trajera tantos beneficios.

— Bueno al menos lo ha gastado en algo útil, Tsunade-sama no hacía más que despilfarrar el dinero.

— Sin embargo, es algo que yo no me puedo permitir. - señaló Kakashi.

— ¿Por qué no?

— Porque me gustaría invertir en comprar una casa para el día en que tenga una familia numerosa.

— ¿Nu-numerosa dice?

— Claro, un par de hijos corriendo por el jardín, mientras la más pequeña pide a sus hermanos que tengan cuidado con las plantas medicinales de su madre...

Shizune se sonrojó nuevamente, el hokage siempre la provocaba.

— Claro, no estoy diciendo que será ahora, pero tampoco debo esperar mucho si quiero tener la fuerza para entrenar a los chicos.

— ¡Kakashi-sama! A mí también me hace ilusión tener una gran familia.

El hokage calló ante la sorpresa de la declaración de Shizune.

— ... Ver crecer a Shizuka fue algo maravilloso, pero... quiero saber cómo es criar a un niño junto a usted.

𝙴𝚕 𝚟𝚒𝚊𝚓𝚎 𝚍𝚎 𝚂𝚑𝚒𝚣𝚞𝚗𝚎 | ᴋᴀᴋᴀꜱʜɪᴢᴜDonde viven las historias. Descúbrelo ahora