XXXXV. Despedida

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La única forma de saber concretamente si estaba embarazada era mediante una prueba de sangre, pero tenía miedo, sobre todo después de escuchar los planes de Kakashi, y él tenía razón, traer a un niño al mundo era una gran responsabilidad, tratándose de un trabajo tan demandante como el de ambos.

Sin embargo, en lo profundo de su corazón, nacía una pizca de cariño a la idea de concebir a una persona que fuera producto del amor que ambos se tenían, sí, a pesar de que fueran tan jóvenes.

Esa semana Kakashi se iría de misión, una de las más largas en su carrera, escoltaría al Hokage a la aldea de Sunagakure, aunque, a pesar de sus intentos por encontrarse con Shizune después del trabajo o para cenar juntos, no tuvo éxito, ella lo evitaba y él no entendía por qué. 

Llegado el jueves, Kakashi decidió enfrentarla, estaba a dos días de marcharse de Konoha y quería disfrutar de un tiempo con su novia; compró un par de tazones de ramen y los llevó hasta la casa Kato, no esperó mucho para encontrarse con Shizune trabajando en su jardín, con un sombrero sobre su cabeza y un lindo vestido corto, plantaba algunas semillas y lucía tan concentrada que el peliplata no pudo evitar observarla y pensar que frente a él se encontraba la chica más linda del mundo.

- ¿Kakashi-kun? - la suave voz de la kunoichi lo sacó de sus pensamientos. 

- H-hola Shizu-chan, traje la cena - mostró los platillos apilados guardados en una bolsa blanca.

- Oh... gracias, la cerca está abierta, pasa - contestó con una leve sonrisa. 

Para ser franca, ni ella se entendía, extrañaba todo del Hatake, su voz, sus caricias, el roce de sus labios con los suyos, o simplemente lo cálido de su piel, pero...

|" Por eso, decidí que no tendré hijos, no hasta que el mundo esté en paz, y si no puedo lograrlo, es mejor así, no sería justo traer a más personas inocentes a sufrir a este mundo, ¿No lo crees? " |

Esa frase regresaba a su mente una y otra vez.

"No, no sería justo, pero no se quedaría solo, Tsunade-sama lo cuidaría, ¿No es así?"

Se decía.

Una vez estuvieron en el comedor, comenzaron a degustar los platillos.

- Está delicioso, tenía tanta hambre - señaló la pelinegra después de probar su ramen.

- Has estado ocupada, pensé que no habrías preparado la cena aún, además, - estiró su mano para coger la suya - te echo de menos - 

Shizune sintió como su corazón se estrujaba, había alejado a Kakashi de ella esos días, y él lo había notado, sin embargo, seguía ahí mirándola como siempre, lleno de amor. 

- Perdona, de hecho te agradezco por esto - contestó refiriendose a la cena.

- Descuida, aún tenemos dos días para disfrutar - su voz adquirió esa suavidad de cuando tenía ganas de hacerle el amor, y Shizune no lo culpaba, luego de haberlo hecho constantemente durante tanto tiempo, y de pronto llevarlo a días de abstinencia, debía ser difícil para el ANBU. 

𝙴𝚕 𝚟𝚒𝚊𝚓𝚎 𝚍𝚎 𝚂𝚑𝚒𝚣𝚞𝚗𝚎 | ᴋᴀᴋᴀꜱʜɪᴢᴜDonde viven las historias. Descúbrelo ahora