LXXVI. La boda de Naruto (Parte I.)

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El sol resplandecía en la aldea de la hoja, era el día ideal para el evento más esperado de la primavera:

La boda de Naruto y Hinata.

— ¿Estás lista? — preguntó el hokage a su asistente desde la sala de estar; usaba un elegante traje color negro, y llevaba el cabello un poco más despeinado que de costumbre.

Había pasado a recoger a su prometida al departamento, y ahora esperaba por ella sentado, acariciando a Tonton, que ya estaba lista para la fiesta.

— Deme un minuto, no logro encontrar un pendiente...

— No olvides tu anillo.

— ¿Debo llevarlo? Aún no hemos dicho que nos vamos a casar, y, aunque es una pieza discreta, dudo que pase desapercibida para Tsunade-sama o Shizuka.

— No tienes porqué ocultarlo, podemos decirlo a cuantos pregunten.

Los pasos de Shizune sonaron en el pasillo, Kakashi se giró para encontrarla con su lindo kimono púrpura.

— Estás bellísima, tal vez no debas asistir, podrías opacar a la novia — susurró dandole un beso en la mejilla.

— No diga esas cosas Kakashi-sama...

— Deja de llamarme así, pronto vamos a casarnos...

— Oh, casi lo olvido — la pelinegra volvió a la habitación y regresó con la bata del hokage.

— No me digas que eso es...

— Debe usarla para recibir a los kages.

— Pero si es una boda, estoy asistiendo como el sensei de Naruto, no como el sexto Hokage.

— Ya, no sea infantil por favor, vamos póngase la bata

— No lo haré, a menos que me llames Kakashi.

— Kakashi-sama, si no usa la bata asistiré a la boda sola.

Sus ojos oscuros mostraban determinación, y como era de esperarse, Shizune ganó la batalla.

— Parezco un fantasma... — se quejó Kakashi mientras su asistente ajustaba el sombrero.

— Sólo es por un momento, mire, luce genial, vamos — lo animó Shizune y cogió su mano.

Kakashi se ruborizó, ella no solía tomar la iniciativa en el aspecto amoroso, pero permaneció en silencio, sabía que en caso de decir algo, corría el riesgo de que Shizune se avergonzara.

— Voy a hablar con Kotetsu-san sobre la recepción, lo veo en un momento.

— De acuerdo.

El Hokage entró al jardín donde pronto se topó a una pareja peculiar.

Genma y Anko caminaban juntos, ambos vestidos de gala, conversaban animadamente, el rostro de Anko se ruborizó cuando notó que el sexto los observaba sin discreción alguna.

𝙴𝚕 𝚟𝚒𝚊𝚓𝚎 𝚍𝚎 𝚂𝚑𝚒𝚣𝚞𝚗𝚎 | ᴋᴀᴋᴀꜱʜɪᴢᴜDonde viven las historias. Descúbrelo ahora