LXXIX. Una asistente enojada.

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El hokage soltó a Hanare rápidamente

- ¡Maldición! - exclamó - Escucha Hanare, no tengo ninguna intención de intentar algo contigo, deberías regresar a tu aldea o lo que tú quieras, pero no cuentes conmigo.

- Kakashi, ¿Estás seguro? ¿Tanto te importa esa mujer?

- Shizune me importa más que nada en esta vida.

El sexto la dejó para seguir el rastro de Shizune, seguro estaría molesta, era entendible, después de todo, el también lo estaría de haberla visto en una situación similar.

"¿A donde habrá ido?" se preguntaba mientras recorría las calles de la aldea.

Decidió volver a la oficina, a fin de cuentas ya había pasado mucho tiempo, seguro Shizune estaba de regreso.

En efecto, encontró a su asistente sentada en el tercer escritorio, ya que Shikamaru ocupaba el de ella.

- Hokage-sama - saludó el Nara.

- Hola Shikamaru, hace tiempo que no te veía por aquí

- No tengo misiones y pensé ayudar a Shizune-san, ya que debe estar ocupada con la organización de su boda. Por cierto, ¡Felicidades!

"Si es que aún habrá una boda" pensó Kakashi para sus adentros.

- Gracias - respondió con lo que parecía una sonrisa.

Dirigió su mirada a Shizune, que no despegaba sus ojos del computador mientras tecleaba, tenía el seño levemente fruncido igual que cuando Tsunade la metía en problemas.

"Y ahora como hago para reconciliarme con ella, con Shikamaru en la oficina será imposible".

Las horas transcurrieron hasta que llegó la hora de la comida.

- Iré a comer a mi casa, vuelvo en una hora - anunció Shikamaru.

- ¿Te importaría pasar a dejar estos documentos a Ino-san? - preguntó Shizune.

- Seguro, nos vemos más tarde.

El hokage sentía que era su oportunidad de hablar con ella, usaría la hora de la comida para aclarar las cosas.

- Shizu...

- Yo también me voy, esta vez comeré fuera

- ¿No traes tu comida? ¿Puedo invitarte de lo que cociné?

- Ya he quedado con Anko-san, vuelvo más tarde.

Shizune salió de la oficina dejando sólo al hokage con el eco de sus tacones.

- Mátenme... - suspiró Kakashi echando su cabeza hacia atrás del asiento y comenzó a girarse.

- ¡Felicidades Shizu-san! No puedo creer que hayas aceptado casarte con Bakashi-sama - exclamó Anko rodeando a la médico con sus brazos.

- Gracias Anko-san...

- Aunque no me agrade mucho, creo que ustedes hacen buena pareja, así que celebremos, yo invito.

- ¿Te apetece comer sushi? Hay un nuevo local

- Sí, siempre y cuando tengan buenos postres...

- Seguro que sí.

La hora de la comida se hizo eterna para el rokudaime, cuando escuchó a lo lejos el andar de su prometida.

Recobró la postura y aclaró su garganta, había repasado su discurso más de cinco veces.

𝙴𝚕 𝚟𝚒𝚊𝚓𝚎 𝚍𝚎 𝚂𝚑𝚒𝚣𝚞𝚗𝚎 | ᴋᴀᴋᴀꜱʜɪᴢᴜDonde viven las historias. Descúbrelo ahora