𝙴𝚕 𝚟𝚒𝚊𝚓𝚎 𝚍𝚎 𝚂𝚑𝚒𝚣𝚞𝚗𝚎 | ᴋᴀᴋᴀꜱʜɪᴢᴜ

L. Promesas

|3 años después| 

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- Es un hecho - dijo Kakashi con serenidad observando el cielo oscuro con escasas estrellas. 

- Uh, estamos a dos días - respondió Shizune, sus piernas temblaban ligeramente, intentaba mantener el rostro sereno pero sus ojos mostraban preocupación. 

- La cuarta guerra ninja... -

- Fuimos ingenuos al pensar que no volvería a suceder, perdimos a tantas personas en las dos guerras pasadas - apretó los puños, como si eso evitase que sus lágrimas se derramaran al recordar los rostros de Obito y su tío Dan. 

- Uh - el peli plata se giró a verla - No mueras, Shizune - susurró y colocó su mano sobre el hombro de la kunoichi. 

- Usted tampoco, Kakashi-san - contestó con un hilo de voz, y reclinó su cabeza sobre el pecho de Kakashi, su nariz se invadió por el aroma fresco que despedía el ninja, él también sintió como la brisa llevaba a su nariz el aroma a lavanda de Shizune. 

- Si no muero, me volverás a llamar Kakashi-kun? - 

Shizune sonrió. 

- No podría... - dijo entrecerrando los ojos - porque si vuelvo a llamarte así, mis recuerdos vienen y olvido la promesa que hice esa noche - 

- ¿Promesa? - 

- Cuando te marchaste de mi habitación y rehusaste a quedarte conmigo, prometí que no volvería a hacerte daño, y la única forma es alejandome de ti - 

Kakashi la estrechó hacia él.

- Yo siempre siento que estás cerca... - 

- Esta es una excepción - 

- ¿Tienes miedo? - 

- Mucho - 

- Shizune... Si sobrevivimos a la guerra, ¿Te gustaría intentarlo de nuevo? - 

La pelinegra se apartó de él, su corazón latía de prisa, en cambio, el permanecía sereno. 

- ¿De nuevo? - 

- Sé que ya hemos avanzado mucho antes, y no me arrepiento, gracias a  eso tenemos a nuestra Shizuka, pero seamos sinceros, hasta esa noche manteníamos esa relación de adolescentes, ambos hemos cambiado, somos personas completamente distintas, estoy seguro que después de la guerra lo seremos aún más; por eso, quiero enamorarme de la nueva Shizune, esa que se pone ebria con una sola botella de sake, que se obseciona con su trabajo y aunque está cansada y llena de preocupaciones siempre tiene una sonrisa para regalar, porque dentro está mi preciosa Shizu-chan, de ojos amables y modales que me hacen sentir el más torpre - 

Las lágrimas escaparon de los ojos de Shizune. 

- Además, debajo de ese kimono aún están mis piernas favoritas en todo el mundo - 

- ¡Kakashi-san! - 

El comenzó a reír, y acarició su mejilla. 

- Y bien, ¿Cuál es tu respuesta? -

- Sobrevive y hablaremos al respecto - respondió con firmeza. 

- Sobreviviré y regresaré a conquistarte -

- Espero que no lo olvides - 

- Descuida, mi amor no es frágil - 

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