LXXX. Meses

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Mayo
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Invitaciones

Hacer la lista de invitados resultó más difícil de lo pensado, ya que habían demasiadas personas que se relacionaban tanto con el hokage como con su asistente.

Kakashi llegó un viernes por la noche al departamento de su prometida con una caja de sushi.

— ¿Estás lista? — preguntó mientras lo dejaba pasar — traje la cena —

— Claro, puede poner la bolsa sobre la mesita —

Shizune fue a la cocina a tomar un par de copas y una botella de vino con un poco más de la mitad.

— Ah... ¿Es necesario hacer la lista de invitados?

— Sí, de ahí podemos elegir el lugar donde será la ceremonia, recepción, la cantidad de comida, el tamaño del pastel, cuanto sake necesitaremos, etcétera.

El sexto tomó la primera lista de nombres y puso una marca a aquellos que eran imprescindibles.

— Pienso en una fiesta pequeña y privada, las personas lo entenderán porque es el hokage.

— Sin embargo, no me siento bien haciendo de lado a la aldea...

— ¿Qué le parece organizar una feria la semana previa a la boda? La última noche habría fuegos artificiales y todos disfrutarían.

— Pienso que es una buena idea. Podemos trabajar en ello desde ahora

— Sí, pero primero cenemos algo, porque muero de hambre.

— Este es para ti.

Junio
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La cita de Maito Gai y Ayame.

Para nadie era un secreto lo nervioso que el ninja de traje verde se sentía, respiró profundo y llamó dos veces a la puerta de su cita.

La casa de Teuchi era pequeña, contaba con un pórtico amplio y algunas plantas como decoración.

— Gai-san, estaré lista en un minuto.

Escuchó desde el interior de la casa, se sentó en la primera grada, aclarando su garganta y ajustando nuevamente se yukata.

La puerta se abrió, Gai dio vuelta para encontrar a Ayame vistiendo un lindo traje color rojo y blanco, llevaba el cabello recogido y un poco de maquillaje.

— ¿Qué pasa? — preguntó la chica al ver que no decía nada ni se movía.

— E-es que, te ves muy bien.

— Gracias, usted también. ¿Vamos? Hay que recorrer los puestos antes del evento.

Ambos llegaron al centro de la aldea, donde habían muchos puestos, de comida hasta juegos, lo primero que hicieron fue jugar tiro al blanco, Gai se sorprendió de que a pesar de no ser una kunoichi, Ayame tenía buena puntería y un lanzamiento perfecto.

— Esto es para usted Gai-san.

— ¿Estás segura? — preguntó recibiendo el peluche con forma de rana.

𝙴𝚕 𝚟𝚒𝚊𝚓𝚎 𝚍𝚎 𝚂𝚑𝚒𝚣𝚞𝚗𝚎 | ᴋᴀᴋᴀꜱʜɪᴢᴜDonde viven las historias. Descúbrelo ahora