𝙴𝚕 𝚟𝚒𝚊𝚓𝚎 𝚍𝚎 𝚂𝚑𝚒𝚣𝚞𝚗𝚎 | ᴋᴀᴋᴀꜱʜɪᴢᴜ

XXXIII. Recuerdos de media noche.

Ambos continuaban expectantes a las luces que decoraban el cielo completamente oscuro.

Shizune reclinada tímidamente sobre el regazo de Kakashi, y él, embriagándose con el suave aroma que el cabello de la chica despedía.

Ella seguía pensando en la respuesta del Hatake.

"...yo siento fuegos artificiales"

¿Cómo es posible que yo cause algo así en él? 

Recordaba el frío rostro de Kakashi en sus tiempos de academia, la manera distante en que se relacionaba con otros, el desinterés constante mostrado a aquellos que querían acercarse a él. Sin embargo, con ella Kakashi siempre había sido diferente, ella conocía su rostro sin máscara al igual que su corazón, pues le había expresado sus miedos, tristezas y secretos, algo que nunca imaginó, simplemente él. 

Hatake Kakashi.

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- ¿En qué piensas? - susurró el peliplata.

- En tí - respondió Shizune con una sonrisa - siempre fuiste una persona que llamaba mi atención, desde que éramos niños te admiraba porque eres realmente talentoso, nunca imaginé que estaría observando los fuegos artificiales contigo, me siento muy afortunada - 

Kakashi continuaba en silencio.

- Entiendo, a mí me pasó igual - contestó al paso de unos segundos. - Creo que ya terminaron - hizo referencia a los fuegos, ya que cesaron.

- Pasaré la noche en casa de Anko, acordamos vernos fuera de Ichiraku-

Kakashi asintió, se levantó y ofreció su mano a la pelinegra para bajar. Entonces se dirigieron al puesto de ramen, caminaban en un cómodo silencio, dónde sólo se escuchaban sus pasos, lo cuál pronto se convirtió en el bullicio de las personas que abandonaban la feria.

- Shizune, por aquí - la llamó Anko, sujetaba un palillo de dango y con la mano libre llamaba a la Kato, quien repitió su acción para contestar el saludo.

- Me parece que no sólo serán Anko y tú... - murmuró Kakashi viendo hacia el frente.

- ¿Eh? - observó con atención y pudo percatarse de que la Mitarashi no estaba sola, junto a ella se encontraban Kurenai, Asuma, Gai, Ebisu y Genma.

- Llegas tarde - exclamó Anko rodeando a la médico por los hombros - Kakashi-san, luces bien - agregó. 

- Bueno, nos vemos - dijo el Hatake dirigiéndose a Shizune.

- ¿No irás con nosotros? - irrumpió Gai, que en un principio charlaba con Ebisu y parecía recién percatarse sobre la llegada de la pareja.

- Vamos Kakashi, nos reuniremos en casa de Anko, no siempre coinciden nuestras noches libres, ¿O sí? - añadió Asuma.

- No aceptaré un no por respuesta - dijo Anko tomando el brazo de Kakashi mientras lo acercaba a Shizune - Vamos muchachos, ya saben mi dirección - 

Y así, el pequeño grupo caminó a casa de la kunoichi.

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