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La cena iba bien por ahora. Todo era risas y conversaciones entre Shawn y Christian.

En varias ocasiones, crucé miradas con Camila, a quien se le podía notar el desagrado hacia mí persona desde kilómetros.

- Cuéntame, Mar. - Camila llamó mi atención. - ¿Qué tienes preparado luego que el videoclip salga? - Sonrió, una sonrisa falsa. Los tres me observaban. No quería sonar intimidada, ni mucho menos nerviosa, así que agarré mi copa de champagne y le sonreí.

- No lo sé, dejaré que las cosas fluyan. - Levanté la copa y tomé un sorbo. Shawn agachó su mirada y escondió una sonrisa.

- Por mi parte, le veo un futuro a mi chica. De todos modos, no iba a dejar que trabajara toda su vida en aquella cafetería. Mis padres tenían algo para ella. - Christian besó mi frente.

Lo miré curiosa. ¿Cómo que sus padres me iban a ofrecer empleos?

- Luego del videoclip, se le abrirán muchas puertas. - Contestó Shawn. - Como el modelaje. - Nos observamos.

- No, no. - Reí. - Eso, sí que no. Todo menos modelar para Calv... Da igual. - Sentí mis manos húmedas.

- Tienes razón, yo te veo haciendo otra cosa. - Opinó Camila, y tensé mi mandíbula.

- ¿Sí? ¿En qué? - Fruncí el ceño.

- No lo sé, preguntémosle a Shawn. ¿Qué piensas, Shawny? - Chris carraspeó.

- Bueno, no importa. - Se rió. - Mar encontrará su propio destino. - Suspiró. - ¿Ya es tarde, no? Shawn, te ayudo a pagar la cuenta.

- Ya regreso. - Comenté y me levanté de la mesa.

Fui al sanitario, al entrar y notar que estaba sola, tiré mi bolso contra el espejo, soltando mi ira.

¿Por qué es tan estúpida? No la odio, pero me saca de quicio y me hierve la sangre.

Pero debo tranquilizarme, tener paciencia y no tirarle con lo primero que encuentre.

Tragué saliva, agarré mi bolso y salí de aquel lugar.

Ya se encontraban parados y al llegar hasta ellos, decidimos abandonar el lugar.

Afuera había camarógrafos cegándonos con el flash de sus cámaras.

De la nada, sale un guardia de Shawn, quien nos ayuda a subir a la van y marchar hasta la casa de él.

- Descansen. - dice Shawn cuando ya estábamos en su penthouse.

Fui al baño, me di una ducha y salí en pijama hasta la habitación.

- ¿Qué sucede? - dice Chris. - ¿Qué te pasa?

- Nada. ¿Qué tendría que pasar? - sequé mi cabello con la toalla.

- Te conozco, y sé que te pasa algo. - Él se posa detrás de mí y me mira desde el reflejo del espejo. Bufé.

- ¡Es ella! - Chris me hace señal de que hable más despacio. - Haga lo que haga, le molesta. Traté de caerle bien, y siento que cada vez me odia más. - Chisté la lengua. - Me revienta que se haga la buena conmigo, cuando me odia desde kilómetros. ¡Me enferma! Además, es tan falsa y víbora. ¡En el sueño era como mi hermana! ¿Entendés? Y me duele. ¡Me duele que me odie de esa manera! - Me senté en el borde de la cama y me tapé la cara.

- Debes entender también que llegaste como si nada en la vida de su novio, y para ella es difícil aún asimilarlo. Piensa que eres un peligro y no quiere que la carrera de Shawn se vaya por las nubes.

- ¡Pero si yo no busco fama, y tampoco dañaría a Shawn! - Las lágrimas empezaron a salir.

- Lo sé, lo sabemos y eso está más que claro, pero ella no lo sabe, y costará verlo con claridad, cariño. Pero déjala, que se dará cuenta sola. Tú haz lo tuyo, sé feliz. Deja que las cosas fluyan por sí solas. - Me abraza. - Ya, deja de llorar, muñeca. Ya verás que todo se arreglará. Ahora trata de descansar que mañana te esperan más cosas aún, y tienes que estar fresca como una lechuga. - Besa mi mejilla. - Te amo.

- Y yo a ti. - Hice caso a Chris y me acosté a su lado. Cerré los ojos y traté de no pensar en nada más, hasta caer profundamente dormida.

Recuérdame ~ Shawn MendesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora