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—¿Están mis niños listos?— habló con ternura la madre de Christian. —Cariño, cuida bien a este torpe y por favor, no se pierdan en las calles de Estados Unidos— comentó mientras apretaba mi mejilla.

—Lo haré— contesté, y Christian rodó los ojos. —Comportate, Christian— él bufó.

—Bueno, bueno. Mucha suerte y no hagan travesuras— nos abrazó mientras nos acompañaba a la puerta de embarque. Miré unos segundos atrás visualizando.

—¿Qué pasa? ¿A quién buscas, Mar?— comentó el padre de Chris.

—No, nada. Solo... al parecer, Sofía no vendrá— hice una mueca y seguí caminando.

Chris me miró apenado y agarró mi mano. Sabía que ver a Sofía aquí sería importante, y que ella no viniera me afectó mucho. Pero entiendo que tendrá cosas más importantes que despedir a su mejor amiga.

Saludamos a los padres de Chris y luego nos montamos en el avión. Estaba nerviosa, no sé cómo está la atmósfera por allá, si Camila todavía me odia o no. Esta vez, llevo a Christian. Shawn lo invitó y nos quedaremos en su casa hasta terminar de grabar el videoclip y hacer un poco de marketing.

— Te noto tensa. ¿Ocurre algo? — Preguntó Chris. Negué con la cabeza.

— No, supongo que es por el viaje. — Encogí los hombros, y él asintió.

El viaje fue bastante tranquilo. Ambos nos la pasamos durmiendo.

Al llegar, salimos tomados de la mano y afuera nos esperaban Shawn y su hermana Aaliyah.

— ¡Hola! — Shawn dijo emocionado al vernos. — Ella es mi hermana Aaliyah. — Presentó.

— Hola, soy Martina. Un gusto. — Nos saludamos con un abrazo.

— Yo soy su novio, Christian.

— Un placer. — Respondió ella un poco tímida.

— Bueno, vayamos al carro. — Habló Shawn ayudando con las maletas.

Tenía una sensación extraña en el estómago. ¿Sabrá Aaliyah del sueño? En estos momentos, quería abrazarla fuerte y decirle que la había extrañado mucho. Aunque no, porque todo fue producto de mi imaginación.

Ya en el carro, Shawn y Christian iban hablando animadamente, con música de fondo.

— Así que... eres Tina, la famosa Tina — Habló de repente Aaliyah, y me giré rápidamente.

— Bueno, sí... — Contesté tímidamente.

— Shawn me estuvo comentando cosas del sueño, y me contó que éramos muy buenas amigas en él. — Sonrió tímidamente.

En mi cabeza, sentía una alegría enorme.

— Sí, teníamos una bonita amistad. Éramos inseparables.

— ¿En serio? — Asentí. — Guau. Es que yo no suelo hacer amistades con los amigos de mi hermano, ¿sabes? Y básicamente tengo muy pocos amigos que me rodean. Algunos son porque sus padres son amigos de los míos, y bueno, mis dos mejores amigos son desde preescolar.

— Entiendo. Sé lo difícil que puede ser hacer amigos, sobre todo cuando tu hermano es una súper estrella. Nunca sabes si quieren ser tu amigo de verdad o solo estar cerca de tu hermano. — Ella asintió.

— Casi siempre es la segunda opción. — Hicimos una mueca. — ¿Cómo era nuestra amistad en tu sueño? Shawn me explicó un poco desde su punto de vista, pero me gustaría saber el tuyo.

Otra vez aquella sensación.

— Antes que nada, era una amistad sana. Cada vez que nos veíamos éramos como un imán. Salíamos de compras, aunque a veces las odiabas — reímos — y fuimos de vacaciones unas cuantas veces. Fue espectacular.

— ¿En serio? — asintió. — Tina, espero que lleguemos a conocernos bien y podamos formar esa linda amistad que tuviste en tu sueño.

— Así será. — nos abrazamos.

— Voy a estar unos días en Los Ángeles, vine con mi novio, pero ambos nos estamos quedando en la casa de sus tíos. Podemos organizar para salir a tomar un café o algo así. — Sonrió tímidamente.

— Encantadísima.

Shawn estacionó en el estacionamiento de su edificio y todos bajamos del carro. Aaliyah llamó al ascensor y todos la seguimos con las maletas.

— Bueno, si no están tan cansados, los invito a almorzar luego de que se acomoden. — Habló Shawn.

— Hablaste de almorzar y me dio hambre. — Contesté y todos rieron.

— Bueno, los esperamos en el living. — Comentó Shawn.

Las puertas del ascensor se abrieron y caminamos hasta la puerta del departamento de Shawn. Introdujo las llaves y nos dio paso. Nos guió hasta nuestra habitación y se despidió.

— Me cae muy bien Shawn, es bastante humilde.

— Sí.

— ¿Sabes una cosa? — lo miré intrigada.

— ¿Qué? — me tomó de la cintura.

— Que tengo la novia más bonita del mundo y estoy muy orgulloso de ella. — Sonreí halagada.

— ¿Te parece si nos damos una ducha y luego vamos al living?

Christian me atrajo hacia él.

— Me parece bien. — murmuré.




Recuérdame ~ Shawn MendesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora