Recuérdame ~ Shawn Mendes

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Al ver a Shawn, quien seguía durmiendo, todo parecía igual a como lo había dejado Andrew la última vez que lo vio, evidenciando que Shawn no se había levantado en ningún momento. Dejó el café que había comprado y algo de comida sobre una mesa. Al acercarse a Shawn, notó que estaba agitado, su cuerpo temblaba y balbuceaba palabras.

—Shawn, ¡despierta!— exclamó Andrew con desesperación, desconcertado por lo que le estaba sucediendo al chico. —¡Shawn!— insistió, destapándolo para encontrar su cuerpo cubierto por una capa de sudor. —Maldición, ¡Shawn, despierta!— lo zarandeó.

El chico, visiblemente asustado, abrió los ojos y se levantó.

—¡Me habías asustado!— dijo su manager.

—Lo siento— suspiró Shawn.

—¿Qué te pasa?— preguntó el manager. —Llevas durmiendo todo el día. Toma, te traje café.

—Gracias— respondió Shawn, tomando el café.

—¿Has tenido una pesadilla?— indagó su manager.

Shawn dio un sorbo a su café antes de hablar: "No sé, es que... desde que Tina falleció, tengo pesadillas todas las noches", suspiró, exhausto.

Su manager frunció el ceño y lo miró confundido.

—¿Tina? ¿Quién es Tina?— preguntó, desconcertando al chico.

—¿Qué clase de broma es esta, Andrew?— preguntó Shawn seriamente.

—Lo siento, Shawn, nunca me habías mencionado a ninguna Tina en tu vida— respondió Andrew, mientras el chico reía con amargura.

—¿Cómo es posible que no recuerdes a Tina, Andrew? Era mi mejor amiga, la argentina. ¿De verdad no la recuerdas?— preguntó Shawn, perplejo ante la falta de memoria de su manager.

—¿Shawn, me estás tomando el pelo?— rió Andrew.

—No, ¿y tú?— respondió Shawn, visiblemente molesto.

—De acuerdo, en serio. ¿Quién es Tina?— volvió a preguntar el manager.

—No estoy de humor para juegos, Andrew— dijo Shawn, levantándose del sofá. —Ya estoy bastante alterado con el embarazo de Mila, no me estreses más— añadió, sorprendiendo a Andrew.

—¿¡Cómo que Camila está embarazada?!— exclamó Andrew, levantándose también.

Shawn lo observó, perdiendo la poca paciencia que le quedaba.

—¡Basta de tus bromas, Andrew! Sabes perfectamente que Camila está embarazada— respondió Shawn, frustrado.

—Bueno, no lo sabía— dijo Andrew, sentándose en el sillón.

—Por favor, Andrew— dijo Shawn, harto de la broma. —Sabes perfectamente que lo hablamos después de Navidad

—Shawn, ¿has empezado a consumir drogas?— preguntó Andrew, preocupado, haciendo que Shawn lo mirara incrédulo.

—Ya cruzaste la línea— murmuró Shawn.

—No, no lo hice. De acuerdo, llama a Camila y veremos quién de los dos está loco— respondió Andrew. —Si quieres, yo la llamo.

—Vale— dijo Shawn. Andrew sacó su móvil y marcó FaceTime con Camila, quien contestó segundos después.

—¡Hey! ¡Hola!— exclamó ella eufórica.

—Hola, Camila. Oye, discúlpame por molestarte, pero Shawn y yo estamos discutiendo algo serio— explicó Andrew.

—¿Qué ocurre?— preguntó ella confundida.

—Cariño, me está haciendo quedar como loco— intervino Shawn. —Dice que Tina nunca existió.

—No, no dije que esa tal Tina nunca existió— se corrigió Andrew. —Solo que nunca me la mencionaste.

—¿Y quién es Tina?— inquirió Camila, confundiendo a Shawn.

—¿Es en serio?— reaccionó Shawn sorprendido. —No estoy para bromas, chicos. No se juega con algo tan delicado— expresó cansado. —Mila, ven al estudio.

—Shawn— rió la chica, —no estoy en Los Ángeles, estoy en Miami, en mi hogar— explicó, mirándolo extrañada.

Shawn le arrebató el móvil a Andrew y se encerró en el baño.

—Cariño, no bromees así— dijo cuando sus ojos se cristalizaron.

—Shawni, no entiendo nada— respondió ella.

—Mila, muestra tu barriga— insistió Shawn.

—¿Qué?— preguntó ella confundida.

Shawn insistió y finalmente ella accedió. Su barriga estaba plana y no mostraba signos de embarazo.

Shawn se disculpó, prometiendo hablar luego, y terminó la llamada. Estaba sorprendido. ¿Acaso lo había soñado todo? Es una estupidez. No puede ser. Esas cosas son irreales.

Salió del cuarto de baño y devolvió el móvil a Andrew.

—¿Qué pasa, Shawn?— preguntó este.

—Creo que lo soñé todo— murmuró Shawn, y dejó la conversación allí.

Andrew se encontraba perdido ante aquella situación. Abrazó fuerte a Shawn y le dio unas palmadas en la espalda.

Decidió llevar al muchacho a su departamento para que se duchara y se tranquilizara.

—Llámame cuando te sientas mejor— dijo, y Shawn asintió.

Una vez dentro de su departamento, la cabeza de Shawn daba mil vueltas. No quería admitir que todo había sido un sueño, aunque por un lado se sentía aliviado de que, si realmente existía una tal Martina, no se habría suicidado. Por otro lado, lamentaba no haber conocido a esa chica.

Los sentimientos de Shawn eran inexplicables. Se sentía vacío, confundido y angustiado, reprimiendo muchas emociones.

Su sueño había sido tan real que resultaba incomprensible lo que sentía.

—Esto es irreal, necesito despertar de esta pesadilla— dijo Shawn mientras se sentaba en la bañera y el agua caía sobre su cuerpo mojado. —Es una pesadilla tras otra— murmuró. —Vamos, Shawn, despierta. Vamos, idiota, despierta— repetía mientras cerraba los ojos o se pellizcaba la piel.

No quería admitir que, en realidad, "Tina" nunca existió.