Recuérdame ~ Shawn Mendes

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Al ver a Camila parada allí, frunciendo el ceño, sentí ganas de vomitar de nuevo.

—¿Qué...? —ella iba a hablar, pero Shawn la interrumpió.

—Vomitó —contestó él.

Salí del lavamanos y me arrodillé sobre el inodoro. Shawn se acercó a mí y agarró mi cabello.

—¿No sería mejor que su novio se encargara de ella? —habló Camila. Si no fuera por estas condiciones, le habría insultado.

—Mila —dijo Shawn.

—¡Yo solo digo! —contestó ella.

Luego de vomitar, presioné el botón y dejé que el agua se llevara todo. Limpié mi boca con la mano y me levanté un poco mareada, dirigiéndome al lavamanos para mojarme la cara y enjuagarme la boca.

—¡Aquí estaban! —apareció Amelie. La observé. —Ugh. —miró a Camila con desagrado.

—Sería mejor que te vayas, Camila. Ya sabemos que te importa muy poco cómo se siente Martina —contestó Amelie.

—¡Mi cabeza! —hablé, masajeándome la sien.

—Deberías haber tenido más cuidado y no haber bebido tanto —le lancé una mirada fulminante a Camila.

—Cariño, ve a buscar a Christian —ella rodó los ojos y hizo lo que Shawn le pidió.

Una vez que quedamos los tres solos, Amelie nos sonrió levantando una ceja.

—Te golpearía —le dije. —Todo esto no habría pasado si no fuera por...

—¿Por qué? —habló Shawn.

—Nada, asuntos de mujeres, Mendes —rodó los ojos Amelie. —Si al menos me hicieras caso. ¿No lo ves? ¡Es muy obvio! —alzó las manos.

—Estás loca —rodé los ojos.

—Hmm... bueno, creo que ustedes dos deberían hablar solos esto —y salió del baño. Amelie suspiró y me miró.

—Él está loco por ti, y tienes que hacer todo lo posible para estar con él —susurró.

—En serio, en serio has perdido la cabeza —la observé. —Ni loca seré parte de un triángulo amoroso.

— ¡En serio eres estúpida! — alzó su voz.— ¿Por qué te piensas que él te busco? ¿Para ser solo amigos? por favor Martina, eres absurda.

—¡No me importa! Tengo un novio que me ama mucho y soy feliz con él.

—Tienes razón, tienes un chico que te ama mucho y está loco por ti. Pero tú ya no sientes lo mismo por él desde que te acercaste a Shawn —me quedé observándola sin decir nada.

Detrás de ella entró Christian apresurado, con una expresión preocupada.

—¡Amor! —dijo él, tomando mi mano.

—Estoy bien, estoy bien —le contesté, pero mis ojos estaban clavados en Amelie, quien me miraba esperando una respuesta de mí.

—¿Nos vamos? —Shawn se asomó. Asentí.

—Cuiden a la niña —habló Amelie.

Aguanté la mirada y salí de allí. Shawn y Camila se despidieron de sus amigos mientras nosotros esperábamos en la camioneta.

Mi cabeza daba vueltas con tantas preguntas sin respuestas. Estaba confundida y enojada conmigo misma, sintiéndome como otra persona que no sabe lo que quiere. ¿Qué diablos me pasa? Siempre fui una persona con las ideas claras, y ahora me encuentro acorralada.

Christian tomó mi mano y besó mis nudillos.

¿Y si es cierto? ¿Si en verdad se me acabó la chispa con Christian y solo estoy con él por lástima?

—¿En qué piensas, cariño? —me preguntó él.

Negué con la cabeza. Me sentía muy angustiada y sabía que pronto lloraría.

Las puertas se abrieron y entraron Shawn y Camila. Ambos se pusieron los cinturones de seguridad.

Escondí mi rostro en el regazo de Christian y dejé salir algunas lágrimas.

En el transcurso del viaje, todos iban en silencio. Observaba a Shawn mientras manejaba.

¿Será cierto lo que dijo Amelie? ¿O solo lo dijo porque detesta a Camila?

De todos modos, no volvería a cometer el mismo error.

En esa historia, yo salí lastimada.