Al llegar al departamento de Amelie, cerré la puerta detrás de mí y me recargué en ella, dejando salir todas las lágrimas acumuladas.
— ¡Mar! ¿Llegaste? Estoy haciendo el almuerzo —salía Amelie de la cocina. Al verme, su rostro se llenó de horror—. ¿Qué sucedió?
— Yo-yo... —no podía hablar, tenía un nudo en la garganta y las lágrimas no paraban de salir.
— Cariño, no hables, deja salir las lágrimas así sana el alma —me abrazó y me aferré a ella.
Nos sentamos en el suelo, ella apoyó su mentón en mi cabeza mientras me abrazaba, y con una de sus manos acariciaba mi cabello.
— Me sentí humillada —murmuré.
— ¿Qué? —Amelie me observó—. ¿Qué hizo el mánager de Shawn? —negué.
— Él no —tomé una bocanada de aire—. Shawn. —cerré los ojos.
— ¿Shawn está aquí, en Los Ángeles? —asentí—. ¿Qué hizo para dejarte así? —limpié mis lágrimas.
— Me lo crucé en la puerta del edificio, y empezó a hablarme. Yo no tenía ganas de verlo —suspiré—. Exploté, le dije lo que sentía por él,me declaré. Me dijo que no sentía nada, que no me quería —rompí en llanto—. Soy una estúpida.
— No, no lo eres. Él es un idiota —sollocé—. No linda, no llores —me besó la frente—. Ven, vamos a la habitación —me ayudó a levantarme—. Acuéstate y descansa un poco, hoy tuviste un día malo —asentí y me guió hasta la habitación.
— Gracias —murmuré. Ella besó mi frente y salió, dejándome completamente sola.
(…)
Narra Amelie.
Aún me costaba procesar lo que Tina me había dicho, y era algo totalmente sorprendente.
¡Yo juraría que él estaba loco por ella! Pero Shawn Mendes va a pagar por todos los pedazos que rompió.
Las horas pasaban y Mar no salía de la habitación. Había ido a ver cómo estaba, y seguía dormida.
Estaba recostada en el sillón con la TV encendida, viendo un programa, cuando mi móvil sonó.
Era Cameron.
:Hoy iremos a un bar. ¿te apuntas?👀🔥
No lo sé. no estoy de humor.
:¿Y a ti, que te sucede?
¿Desde cuándo rechazas emborracharte?no te daré explicaciones Cameron.
¿Quienes irán?
:Los mismo de siempre. Shawn se encuentra en los angeles, y de seguro irá con Camila.
Iré. luego me envías la dirección.
Me levanté del sofá y caminé hasta la habitación, donde Mar aún seguía dormida.
— Cariño —la llamé—, Mar.
— ¿Qué? —respondió adormecida.
— Iré a comprar algo —dije, mordiéndome el labio inferior nerviosa.
— ¿Qué hora es? —frunció el ceño.
— No lo sé, pero descansa —ella asintió y se dio la vuelta para seguir durmiendo.
Suspiré y caminé hasta mi armario, saqué un conjunto básico y me di una corta ducha. Me maquillé, arreglé mi cabello, me vestí y salí.
Cuando ya tenía todo lo necesario, tomé un taxi y fui al sitio que me había dicho Cameron. Al llegar al bar, busqué con la mirada hasta encontrarlos.
— ¡Hey! —sonreí—. ¿Los demás? —pregunté.
— Shawn y Camila están por llegar —contestó.
Me pedí un trago y empecé a hablar con los chicos. Miré la hora y apenas eran la una de la madrugada. Esperaba que llegara pronto.
Una hora más tarde, habían llegado y los miraba con tanto asco que cuando me vio y trató de saludarme, le aparté la cara. Camila ni siquiera se molestó en mirarme.
Me puse al lado de una de las chicas y empecé a charlar con ella. Miré la hora y marcaban las tres, y mi preocupación era Martina.
Sentí que alguien tomaba mi mano y miré de quién se trataba.
— ¿Qué? —hablé seca.
— ¿Sabes algo de Tina? —murmuró Shawn.
— ¿Y tienes el descaro de preguntar? —alcé una ceja.
— ¿Estás con ella? Necesito hablar con Tina. Amelie, por favor.
— Eres tan poco hombre —estaba furiosa con él.
— Les quiero contar algo —intervino Camila—. Hace unos días Shawn y yo tuvimos una charla —rodé los ojos—. Y estamos preparados para casarnos en un futuro —abrí los ojos como platos y observé a Shawn.
Le quité su trago de la mano y se lo tiré encima.
— Idiota —murmuré.
— ¡Amelie! ¿Qué haces? —me regañó Cameron.
Shawn quedó perplejo ante la situación.
— Para ustedes —Shawn y Camila me observaron y les mostré el dedo medio.
Sin más, me fui a casa, feliz de haber podido vengar a Martina.
Al bajar del taxi, subí al departamento, inserté las llaves y entré. Escuché a alguien toser y observé en la dirección de donde provenía.
— Llegaste —dice Martina sentada en el sofá.
— Sí, tengo algo que comentarte —me acerqué a ella y me detuve—. ¿Qué haces? —pregunté—. ¡Martina, ¿qué has hecho?!
Sobre la mesa había una botella de tequila con un vaso servido por la mitad, y al lado de eso, un paquete de cigarrillos.
— ¿Qué haces con eso? —le quité el cigarrillo que tenía prendido en sus manos—. ¡¿Acaso estás loca?! Por culpa de este imbécil, ahora caes en vicios.

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Recuérdame ~ Shawn Mendes
Fanfiction"recuérdame Tina, aunque sea en un rincón y a escondidas. no me dejes ir" 3ra parte de Conociéndote.