·085·

59 1 0
                                    

~Shawn~

El show íntimo había llegado a su fin. Las luces del escenario se desvanecieron, y los últimos acordes de las baladas que había cantado aún flotaban en el aire. Me sentí satisfecho al ver a mis fans y amigos aplaudiendo y vitoreando. El calor y la conexión del público hicieron que el esfuerzo valiera la pena. Mi familia estaba aquí conmigo, al igual que mis amigos más cercanos. Bajé del escenario con una sonrisa, emocionado por compartir este momento especial con ellos.

Al llegar a mi grupo, los abrazos y las felicitaciones comenzaron a lloviznar. Mis amigos elogiaban el concierto, algunos con lágrimas en los ojos, otros simplemente sonriendo con entusiasmo. La calidez de su apoyo me envolvía como una manta acogedora.

Mi madre, con un teléfono entre las manos, se acercó a mí. Sus ojos reflejaban preocupación y un toque de urgencia. Cuando estuve frente a ella, noté que la llamada entrante era de mi teléfono.

-Hijo, te está llamando Amelie. Debe ser importante. -dijo ella, con un tono de voz que mezclaba preocupación y esperanza. Sin dudarlo, tomé el teléfono y me alejé del bullicio.

-Amelie, ¿cómo estás? -pregunté, tratando de mantener la calma, aunque mi corazón latía con fuerza por saber cómo le había ido a Tina. Estaba ansioso por escuchar noticias de ella, saber si estaba bien y si había podido verla.

-Shawn, ¿te estoy llamando en un mal momento? -su voz sonaba suave, casi temerosa.

-Para nada, dime, ¿cómo ha ido todo? -respondí de inmediato. No me importaba dejar a mis amigos por unos minutos; Amelie y Tina eran mi prioridad.

-Llegué esta mañana. Cuando llegué a la casa del padre de Tina, él me recibió muy bien. Me ofreció descansar mientras él iba al hospital a ver a Martina, pero pedí ir con él. Así que fuimos juntos a la clínica donde estaba Tina. Estaba aterrada, no te voy a mentir, pero al llegar él habló con las enfermeras, les explicó quién era yo y que tú también estabas involucrado. Así que directamente me llevaron a la habitación de Tina.

-¡¿Y?! ¿Pudiste verla, Ame? -mi voz temblaba de ansiedad. La desesperación se apoderaba de mí, y me costaba mantener la calma.

-Sí, estuve con ella. -las palabras de Amelie fueron como un bálsamo para mi alma. Sentí que todo el estrés acumulado se desvanecía, reemplazado por una ola de alivio y euforia. La alegría que sentía no era solo por el show; era porque Amelie había podido estar con Tina, y eso me daba una inmensa satisfacción.

-Oh, Amelie. -suspiré, abrumado por una mezcla de emoción y alivio.-Dime, ¿cómo se encuentra? ¿Está enojada conmigo? ¿Pudiste darle las cartas? Dile que la amo con toda mi vida, y que pronto estaré con ella.

Amelie soltó una risa que parecía mezclar ternura con diversión.

-Shawn, cálmate. -dijo con un tono burlón.- Al principio no quería verme. Estaba muy enojada conmigo. Debo decirte que la habían engañado. -La última afirmación de Amelie me hizo fruncir el ceño, confuso y preocupado.

-¿Engañada? ¿En qué sentido?

-Es una larga historia, pero básicamente le dijeron que tú te habías ido y que no querías verla más. -Su revelación hizo que mi mandíbula se apretara y la tensión recorriera mi cuerpo. El enojo me invadió, pero traté de mantener la calma.

-Eso no es cierto. -murmuré con rabia contenida.- Debes decirle que no es verdad, Amelie. Si no lo haces, puede que nunca quiera verme de nuevo.

-Tranquilo, ya lo sabe todo. Se ha replanteado muchas cosas y ya no te odia. -respondió Amelie.- Hay algo más que debes saber, pero quiero que ella misma te lo cuente. -En su voz noté un matiz de tristeza y nerviosismo que me preocupó.

Recuérdame ~ Shawn MendesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora