Amelie saca su móvil y teclea algo mientras yo desvío la mirada, observando el lugar donde nos encontramos.
— Bien —dice ella, y la miro—. Vayamos a lo de Cameron.
— ¿Perdona? —contesto yo. Amelie se levanta y saca dinero de su bolso.
— Vayamos, esta vez invito yo —coloca el dinero sobre la mesa y me observa—. Ven, levanta el trasero de allí.
— ¿A qué vamos? —pregunto, insegura de ir.
— A divertirnos. He llamado a algunos amigos y organizamos una reunión —mueve los ojos indicando que me apure—. ¡Vamos!
— Está bien, está bien —suspiro y cojo mi bolso también.
Al salir del bar, caminamos hasta su auto. Amelie desactiva la alarma y abro la puerta. Nos montamos y, después de encender el vehículo, maneja hasta la casa de Cameron.
.....Narra Shawn.
Después de que Tina se fue, tomé dos cafés y me acerqué a donde estaba Christian.
Él me miró de reojo.
— Si ella te obligó a hablar conmigo, no quiero que pierdas tu tiempo —contestó.
— No, tranquilo. Al contrario —me acerqué a él y le ofrecí el café. Dudó por un momento, pero luego lo aceptó—. Quiero hablar contigo, como dos seres humanos que somos —él no respondió—. Aún no entiendo por qué Camila te ha dicho eso —suspiré.
— Se la veía dolida —contestó él.
— Está celosa, y lo sé.
— Bueno, es comprensible que su novio, de un día para otro, tenga una mejor amiga de la que nadie sabía de su existencia.
— ¿Pero qué tiene que ver eso? Ya lo había hablado con ella, no tiene por qué sentirse insegura. Ella tiene todo de mí, me entregué por completo a ella —suspiré frustrado—, pero al parecer eso no basta.
Christian me miró asombrado.
— ¿Qué pasó con Mar? —preguntó.
— Nada, solo se tropezó y cayó sobre mí. Camila malinterpretó, Tina se sintió muy mal durante varios días, tuve que convencerla de que fue un accidente. La pasé muy mal ese día.
— Comprendo —carraspeó—. Yo, la verdad, no estoy enojado ni con ella ni contigo. Solo me dolió que no me haya contado, creí... creí que en verdad teníamos diálogo y que no nos ocultábamos nada —tomó un sorbo de café—, pero me equivoqué —noté que secó una lágrima rebelde—. ¿Tú, desde tu perspectiva, crees que nuestra relación es forzada? —me miró y vi el dolor en sus ojos.
Tragué saliva nervioso. No podía opinar sobre eso porque no conocía exactamente bien su relación.
— No. Te estás haciendo la cabeza —suspiré—. Dale su espacio y no la presiones, charlen las cosas con calma. Así se entenderán perfectamente —él asintió.
— Gracias —contestó él y me extendió la mano. Preferí abrazarlo para que haya paz.
— Descuida, quiero que todo esté bien y cuentas conmigo como amigo —nos dimos palmadas en la espalda.
— Espero que tu novia también lo comprenda —asentí. También espero eso.
nara Tina.
— Oye, Ame, no te drogues en mi preciosa sala, por favor. Luego me dejas todo polvo en el piso —habló Cameron y todos reímos.
— Tranquilo, chico, que si se cae, le paso la lengua —Amelie pasó seductoramente su lengua por sus labios carnosos.
— ¡Ya, no hagas eso! —dijo él y le lanzó un almohadón. Luego me miró a mí—. ¿Y tú, qué tal, chica? —Hice gesto con los hombros—. ¿Shawn?
— En el estudio —contesté.
— ¿Ella es la mejor amiga? —preguntó un chico alto y castaño.
— Sí —contestó Amelie después de aspirar aquel polvo—. Y también es la competencia de Camila —se rió y se oyeron murmullos.
— Amelie —la miré seriamente.
— ¿Qué? —contestó ella—. Es la verdad.
Cameron me pasó una lata de cerveza.
— No, gracias —contesté. Él me miró confundido.
— ¿No tomas?
— No me gusta la cerveza —respondí.
— Oh, no te preocupes, en la nevera habrá otra bebida. ¿Qué quieres tomar? —preguntó.
— Lo que haya, no importa, mientras no sea cerveza —reí. Él asintió y se marchó.
— Perdón por mi pregunta —dijo el chico castaño—. ¿Pero en verdad eres su mejor amiga o es todo marketing?
Tragué saliva. Ni yo lo sabía.
— En verdad, sí soy su amiga —contesté. Observé a Amelie mordiéndose el labio mientras arqueaba una ceja.
Cameron apareció y me entregó un vaso con alguna sustancia alcohólica.
El rato que llevaba ahí, la pasé bien. Me sentía cómoda, los chicos eran simpáticos y agradables.
Luego de unas horas, mi móvil sonó y lo saqué para ver de quién se trataba.
Tina, ¿te encuentras bien?
Hola, si.
¿Dónde te encuentras?
En lo de Cameron, con Amelie y su grupo de amigos.
Okey. en un rato, te paso a buscar.
Aquí, ya se calmó la tormenta.está bien, y gracias.
No hay de que.
oye, mañana le hacen una fiesta a aaliyah, por su cumpleaños, y me ha dicho que quiere verte ahí.¿En serio? ¡Me encantaría!.
— Bueno chicos, yo me voy —contesté dejando mi trago a un lado.
— ¿Ya te irás? —dijeron.
— ¿Quieres que te lleve? —preguntó Cameron.
— No, está bien. Shawn está viniendo por mí —Cameron asintió.
— Está bien. Cuídate, y espero verte más seguido. Ya eres parte de nuestro círculo —se rió.
— Gracias —contesté.
Me despedí de todos y me quedé hablando con Cameron en la puerta de su casa hasta que vimos el carro de Shawn. Él bajó y se saludaron mutuamente, hablaron un momento y luego nos despedimos de Cameron.
Seguí a Shawn hasta su vehículo y, después de montarnos, empezó a conducir.
— No estés preocupada —habló él—. Las cosas ya se solucionaron —comentó.
— Sí, ya estoy más tranquila —suspiré.
— Entonces, ¿qué es lo que piensas tanto? —me miró preocupado.
Mi cabeza solo pasaba lo que había dicho Amelie. No dejaba de pensar en eso.
— Nada, solo estoy cansada —suspiré.
Quedamos callados unos minutos.
— Tina —habló de repente.
— ¿Sí? —lo miré.
— ¿Sigues amando a Christian? —me observó.
Me tensé al instante. No me esperaba esa pregunta.
¿Por qué la curiosidad de saber eso?

ESTÁS LEYENDO
Recuérdame ~ Shawn Mendes
Fanfic"recuérdame Tina, aunque sea en un rincón y a escondidas. no me dejes ir" 3ra parte de Conociéndote.