Narra Shawn.
- ¿Cómo estás? - preguntó Connor.
- Estoy bien. - sonreí.
- Al final, ¿cómo te fue con la chica? - se sentó frente a mí.
- Genial. Salió todo como esperaba - sonreí -. Es mejor de lo que creía.
- Me alegro, Shawn. - se rasca la nuca - Sobre la otra noche... lo de Nathen.
- No te preocupes - me adelanté a hablar -. No te hagas la cabeza, además, no pasó nada malo. Somos buenos amigos. - le di unas palmadas en la espalda.
- Está bien. - se rió. - ¿Tienes pensado decirle a Camila sobre Martina? - Relamí mi labio inferior.
- Por el momento, aún no. No quiero cagarla, pero pronto se lo diré. - él asintió.
- Okey, suerte. - sin más, Connor salió de la sala.
En realidad, debería decirle a Mila. No debo ocultarle esto; le dolerá por no confiar en ella, pero se lo prometí a Tina. Dios, qué frustrante.
Narra Martina
Mi turno de trabajo finalmente había terminado. Me quité el uniforme y me puse la ropa con la que había llegado. Saludé a mis compañeras y salí del café.
Chris me esperaba en el estacionamiento del centro comercial, así que me dirigí hacia su vehículo.
Era un Jaguar F-Type coupé gris. Su familia pertenecía a la clase alta; su padre era administrador de empresas y su madre, agente de bienes raíces. Christian estaba estudiando para ser contador público y estaba seguro de que le iría muy bien.
En cambio, yo estaba estudiando para ser periodista, pero mi sueño se derrumbó cuando mi padre me dio la noticia de que había perdido su trabajo. Así que empecé a trabajar en una cafetería en un centro comercial.
Fue allí donde conocí a Christian. Él venía de la universidad, pasaba a tomar un café y a despejarse.
Desde el primer momento que lo vi, sentí atracción por él.
Creí que no lo volvería a ver, pero fue todo lo contrario. Empezó a venir más seguido, aunque no me hice ilusiones porque pensé que le gustaba el café o el ambiente. Hasta que un día, le pidió mi número a una de mis compañeras de trabajo.
Me quedé boquiabierta cuando me lo contó. ¿Cómo un chico de su clase podía estar interesado en mí? Era demasiado bueno para ser real.
Pasaban los días y no recibía mensajes suyos. Ya lo daba por perdido. Semanas después, volvió al local y esta vez se me acercó, pidiéndome una cita, ya que había perdido mi número de teléfono en algún pantalón que su madre había lavado.
Me pareció divertida la secuencia, así que al final acepté. Me llevó a un parque de diversiones y cenamos al aire libre.
Se hizo costumbre verlo todos los días, así que empecé a regalarle café, aunque a él no le gustaba. Pero lo convencí. Al mes y medio, me pidió ser su novia. Creo que fue uno de mis mayores logros, ser la novia del chico guapo.
Christian es atento, dulce y gentil conmigo. Aunque a veces nuestros caracteres choquen, siempre solucionamos nuestros problemas. Su familia me adora; creí que me iban a detestar por no ser de su clase, pero fue todo lo contrario. Me recibieron con los brazos abiertos y es como mi segunda familia.
—Hola cariño— dijo Chris al verme, dándome un beso en los labios. —¿Cómo te ha ido hoy?.
—Bien. ¿Y tú— Sonreí. —Te traje un café— añadí, observando su reacción al ver la bebida.
—Muchas gracias— respondió Chris, besando mis nudillos. —Yo también traje algo para ti— agregó, indicándome que lo encontraría en la guantera.
Miré con intriga y abrí la guantera.
—¿Qué es?— Pregunté al ver el sobre. Él encogió los hombros. Abrí el sobre con delicadeza y mis ojos se abrieron al ver lo que había dentro.— ¿Entradas para Harry Styles?— Miré a Chris, asombrada. Él asintió.—Amor, no... no debías... yo...— Sentí ganas de llorar. —Gracias— dije, secando mis lágrimas.
—Es lo menos que puedo hacer por ti, además me comporté como un imbécil contigo en Los Ángeles— comentó Chris. Negué con la cabeza.
—Habíamos acordado que eso quedaba en el pasado— le recordé. Él asintió.
—Lo sé, pero aún me sentía fatal— dijo, pasando su mano por mi mejilla. –Es lo mínimo que puedo hacer por ti. A menos que también seas amiga de Harry Styles—bromeó. Reí a carcajadas.
—Basta, me estás poniendo colorada— respondí, desviando la mirada.
—Un tomate precioso— dijo, besando mi mejilla. —Ya dejo de empalagarte. Vayamos a casa, mamá está haciendo lasaña.
—Uy, eso suena delicioso— comenté, mientras él encendía el motor del auto.
Saqué mi móvil para revisar los mensajes pendientes y vi el de Shawn.
Shawn💓:
Hola Tina! cuando pueda háblame.
necesito hablar algo contigo.💜

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Recuérdame ~ Shawn Mendes
Fanfiction"recuérdame Tina, aunque sea en un rincón y a escondidas. no me dejes ir" 3ra parte de Conociéndote.