Recuérdame ~ Shawn Mendes

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Desperté sobresaltada al escuchar una discusión en la habitación de Shawn.

Decidí no moverme y permanecer acostada. Tomé mi móvil y vi que eran las diez de la mañana.

Froté mis dedos sobre mi frente, sintiendo un dolor de cabeza pulsante.

Envié un mensaje a Chris por WhatsApp y bloqueé el teléfono.

Amelie cruzó por mi mente.
Esa chica es un problema y corre un gran peligro. Es una ladrona, y roba a sus amigos por dinero y drogas.

¿Qué demonios?

Nunca podría hacerle eso a Shawn; él confía en mí. Lo defraudaría muchísimo.

Aunque... yo no esté bien económicamente, y en aquella cafetería no me paguen lo suficiente ni haciendo horas extras.
Christian me ayuda, pero no me gusta depender de él.

Mis pensamientos se desvanecieron al escuchar la puerta del cuarto de Shawn abrirse.

—¡Es ella o yo!— se escucharon pasos seguidos y la puerta de entrada se cerró de golpe, y en ese momento mi cabeza hizo clic.

Anoche accidentalmente besé a Shawn y Camila nos vio.

¡No! ¿Qué hice? Corrí al baño y cerré con pestillo. No quiero revivir aquel sueño. No quiero, es un infierno.

—¡Tina, soy yo!— Shawn estaba afuera de la habitación. —Debemos hablar.— Negué rotundamente y tapé mis oídos. —¿Tina?— Escuché cómo abría la puerta de la habitación. —¿Estás en el baño?

—No, Shawn, aléjate— sollozé.

—Tina— intentó abrir la puerta, pero estaba trabada. —¿Estás bien?— Se lo oyó preocupado.

—No. Hago todo mal, debo irme— contesté secando mis lágrimas.

—Tina, ¿qué te sucede? Me preocupas— dijo él.

—¡Te peleaste con tu novia por mi culpa!— Tragué saliva. —Shawn, debo volver a Argentina.

—¡No, no! Todo se solucionará. Tranquila, guapa.— hice caso omiso a sus palabras.—¡Martina, por favor, abre la puerta!

—¡Déjame sola, por favor!— Rompí en llanto.

—Fue un accidente, los accidentes pasan— dijo él. Me mantuve en silencio. —Te traeré donas— murmura, y escuché cómo salía de la habitación.

Me levanté tambaleando y lavé mi rostro.

Minutos más tarde oí la puerta de entrada cerrarse. Sequé mis manos y salí de la habitación. Caminé hasta el ventanal. Shawn subió a su carro y se puso en marcha. Tenía que salir, necesitaba aire.

Amelie.

La busqué en Instagram y al encontrarla le envié un mensaje directo.

¿Aceptas un café?

Suspiré y caminé por el pasillo, cruzándome con la habitación de Shawn con su puerta entreabierta.

Entré por curiosidad y su particular olor invadió mis fosas nasales.

Estaba todo un poco desordenado; la cama sin hacer y había algunas prendas en el suelo. Su móvil estaba en la mesita de noche.

Abrí con delicadeza una cajita que estaba encima de una de las mesitas de noche y encontré joyas.

Mi corazón se paralizó al ver que valían una fortuna.

Tenía una sensación extraña en mi interior, con el corazón latiendo a toda velocidad.

Mi móvil sonó y casi me da un infarto.

Esa mierda no me gusta.
pero acepto ;)
Te mandaré dirección.

Con torpeza cerré la caja y corrí hacia la habitación. Me di una ducha rápida y luego, cuando Amelie me pasó la dirección, tomé un taxi hasta el lugar donde habíamos quedado.