Al otro día, desperté con un fuerte dolor de cabeza. Christian no estaba a mi lado. Observé toda la habitación y él no se encontraba allí.
—¿Chris? —bostecé, saqué las mantas que me cubrían y coloqué mis pies en el piso. Me estiré y, después de unos segundos, me levanté.
Fui hacia el baño y abrí el grifo. Me desnudé y me metí en la ducha. Después de unos quince o veinte minutos, salí de la ducha, me envolví en una toalla y regresé a la habitación.
Me puse un jersey y una sudadera, me sequé el cabello y luego salí a la sala. Me estaba partiendo la cabeza.
Entré en la cocina y me preparé un té. Sobre la mesa había una caja rosa y al abrirla encontré donas. Sonreí como una tonta.
—Tomé una dona, espero que no te moleste —me sobresalté al escuchar la voz de Camila, quien estaba recostada en el sofá con una manta, escribiendo en su laptop y señalándome la dona en su mano.
—No, está bien —murmuré.
—Shawn y tu novio salieron hace una hora, creo que fueron al gimnasio —comentó. Coloqué el agua caliente sobre la taza con el saquito de té.
Observé a Camila, tan concentrada tarareando una melodía y escribiendo en su laptop, aparentemente componiendo.
Agarré una dona y mordí.
—¿Por qué te caigo tan mal? —pregunté. Ella hizo caso omiso a mi pregunta.—¿Ni siquiera te tomas el tiempo de conocerme bien? —cerró su laptop y me miró.
—¿Cómo quieres que tenga una buena impresión de ti cuando Shawn me lo estuvo ocultando? Me tuve que enterar por la prensa, los rumores... —desvió la mirada—. Le besaste.
—Fue un accidente —hablé.
—Lo que tú digas, pero ya no es solo eso.
—¿De qué hablas?
—De cómo se miran, las donas, lo mucho que se preocupa por ti —suspiró.
En ese momento, Amelie vino a mi cabeza.
—Yo... no sé qué decir —aclaré mi garganta—. O sea, sí —suspiré—. Te tienes que sacar esa idea de la cabeza. ¿Comprendes? Lamento tanto haber hecho que te sintieras mal.
—No quiero tu pena —se levantó del sofá.
—Camila, quiero llevarme bien contigo. Aunque sea esfuérzate por Shawn.
—Dime una cosa —me miró con los brazos cruzados—, ¿lo haces por la fama o porque en verdad te importa Shawn?
—¡Por supuesto que lo hago por Shawn! ¿Qué rayos insinúas? —puse mis manos sobre la isla.
—Insinúo muchas cosas y no te tengo fe. No te aproveches de él.
—Necesitas terapia —tiré el té, que ya estaba frío.
—Sí, y tú vienes conmigo.
—¿Tanto te cuesta aunque sea disimular que te caigo bien?
—Oh, perdona por no ser falsa —puso los ojos en blanco.
—Camila, estás mal de la cabeza —le señalé—. ¡Eres tóxica!
—¡Vete al demonio! —gritó ella, y noté sus ojos al borde del llanto.
—¡Acéptalo! —nuestros gritos resonaban por toda la sala—. No es mi culpa que seas insegura. Jamás me metería con Shawn. Tengo códigos.
—¡Ya, cállate!
—No seré como tú, que terminó con su pareja y meses después empezó a salir con su mejor amigo —ella se acercó a mí y la miré desafiante—. Tranquila, si eso es causa de tu inseguridad...
—No me fastidies.
—Entonces, disimula. Si tanto te interesa Shawn, hazlo por él. Porque a mí me verás seguido.
Agarré la caja de donas y fui hasta la habitación.

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Recuérdame ~ Shawn Mendes
Fanfiction"recuérdame Tina, aunque sea en un rincón y a escondidas. no me dejes ir" 3ra parte de Conociéndote.