Narra Martina
Perdí la cuenta de los días que Shawn dejó de visitarme. La señorita Muller tenía razón, él se había cansado de mí y se fue, probablemente volvió con Camila o le dio una oportunidad a Amelie. Sinceramente, no me apetecía nada. Seguía escondiendo las pastillas en una servilleta debajo de mi sostén. Me obligaban a socializar con las demás pacientes, lo cual no me agradaba en absoluto.
En ese momento, estábamos en la sala de televisión, mientras una de las chicas hacía zapping con el control y las otras hablaban. Yo me encontraba en un rincón sola observándolas.
—¡Chicas!— Entró corriendo a la habitación Carla sosteniendo una caja en sus manos. En su rostro se reflejaba emoción. —¡Mi madre ha traído esto!— expresó emocionada.
—¿Qué es, Carla?— comentó otra chica, llamada Vanesa.
—Son mis revistas. Tengo una colección enorme de ellas— comentó. —Me dijo que era para que no me aburriera— Mostró algunas de sus revistas y vi que se trataban de celebridades.
Mi atención se centró en ellas y la inquietud por saber si Shawn estaría en alguna de esas páginas me desesperaba. Así que me levanté de mi lugar y corrí hasta donde se encontraba Carla con sus revistas.
—¿Puedo verlas?— pregunté. Ella me observó dudando su respuesta por unos segundos.
—Sí, pero no pueden estropear ninguna página.— dijo. Restándole importancia a su comentario, empecé a ojear las páginas de esa revista en busca de alguna fotografía de Shawn.
Hasta que la encontré: era él, una foto tomada en algún show, con su guitarra. Toqué con delicadeza la fotografía y mis ojos se llenaron de lágrimas. Lo extrañaba demasiado.
Carla, que estaba hablando con las demás presumiendo de sus revistas, me observó y me prestó atención.
—¿Es cierto que tú y él fueron amantes?— preguntó sin más. La observé.
—Es mi mejor amigo.— murmuré.
—¿El mismo que te abandonó aquí?— Las demás empezaron a murmurar cosas.
—Mejor cierra la boca, Carla, si no quieres que te golpee.— espeté enfadada.
—Según leí en alguna de estas revistas, le pidió matrimonio a otra chica.— dijo burlona.
Tensé mi mandíbula intentando contener mi ira, pero fue en vano. Rompí la página donde se encontraba la fotografía de Shawn y Carla, y al verlo, grité dejándonos sordas a la mayoría.
—¡Estúpida!—gritó Carla y se avalanzó sobre mí, tirándome del cabello.
Le di una bofetada y me lancé sobre ella.
Las demás gritaban y alentaban la pelea. Yo seguía golpeándola en la cara a Carla, sacando toda la rabia acumulada desde que Shawn dejó de visitarme en este lugar. Sentí mi cuerpo elevarse y empecé a dar patadas en el aire mientras gritaba que me soltaran.
—¡Ya cálmate, Martina!—oí una voz masculina, era un enfermero. Me dejó en el suelo y me señaló con el dedo. —Te calmas o te dejamos castigada.— Al oír esa amenaza, lo fulminé con la mirada pero me quedé en mi lugar.
—¿Me puedo ir?— me encontraba de muy mal humor.
—Sí, es mejor que te vayas", dijo, y observé a Carla que seguía recostada en el suelo con dos enfermeras a su lado. Se tocaba la cara preguntando si le dejé marcas.
—Ella estropeó mi revista.—espetó haciéndose la víctima.
—¿Eso es cierto, Martina?— dijo una de las enfermeras, y me di vuelta para observarlas.
Todos me observaban y mis manos empezaron a sudar de lo nerviosa que me encontraba.
—Sí, pero fue para recortar una fotografía de Shawn— murmuré con miedo. Sacó la página recortada y se la enseñó. —Por favor, déjenme conservarla— murmuré con pena.
Ambas enfermeras se miraron mientras que Carla estaba empecinada en que me devolvieran la fotografía.
—Vuelve a tu habitación, Martina— dijo una de las enfermeras sin más. Asentí y corrí a mi habitación feliz de que me dejaran conservar la foto de Shawn.
(**)
En la hora de la cena, ya no me permitían cenar en mi habitación, sino que me obligaban a ir al comedor con los demás; era eso o morirme de hambre. Resignada, me levanté de mi cama y me dirigí al comedor.
Agarré una bandeja y las enfermeras la llenaron con comida horrible de aquí.
Shawn me habría traído hamburguesas...
Después de que me sirvieran la cena, me senté lo más alejada posible de los demás y empecé a jugar con la comida. La verdad es que no tenía apetito, pero esta gente es capaz de castigarte por todo.
Las primeras en terminar la cena fueron Carla y su grupito. Antes de irse, me miró con tanto odio y salió del comedor. Yo fui una de las últimas en salir, caminando por los pasillos hacia mi habitación; solo se oía el ruido de mis pantuflas arrastrándose con pereza.
Al llegar a mi habitación, entré con ganas de tumbarme en la cama. Hacer la misma rutina todos los días me cansaba mentalmente.
Encendí la luz de mi habitación y mi corazón se estrujó al ver todo revuelto. Mis cosas estaban tiradas por toda la habitación y los dibujos que le había hecho a Shawn estaban rotos en el suelo.
Solo se me venía una sola persona a la mente, y era Carla.
Me arrodillé al ver la foto de Shawn, la que le había sacado a Carla hecha pedazos. Ahí comprendí por qué hizo esto, fue venganza. Como yo le había destrozado su revista, ella destrozó lo que para mí era muy valioso.
Y dio en el punto exacto.
Mis lágrimas no dejaban de caer, cubriendo todo mi rostro. Sentía cómo mi pecho se cerraba más y me faltaba el aire. Quería gritar, pero no podía; mis llantos ahogaban todo.
Ella acaba de destrozar lo último en consuelo que me quedaba para seguir aguantando aquí. Sentía que ya no podía más. No dejaba que mi padre me visitara, Shawn se había ido, estaba sola. Sola en este lugar tan horrible.
De mi sostén saqué aquel papel que guardaba todas las pastillas que estuve escondiendo estos días. Y sin pensarlo dos veces, me tomé todas.
Intenté reconstruir la fotografía de Shawn, pero era en vano; estaba destrozada. Mis ojos me empezaron a pesar y lentamente los cerré.
Ya no iba a doler más.
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Recuérdame ~ Shawn Mendes
Fanfiction"recuérdame Tina, aunque sea en un rincón y a escondidas. no me dejes ir" 3ra parte de Conociéndote.